martes, 6 de febrero de 2024

¡Ya estamos en el Secreto de Fátima!

Mensaje de Nuestra Señora Reina a Myriam Corsini en Carbonia, Cerdeña, Italia, el 24 de enero de 2023

María Santísima dice:

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo

Yo os bendigo, hijos míos, y os acompaño en esta fatigosa ascensión:

Os llevo a Mi Hijo Jesús, os educo en las Cosas del Cielo. Dejad que os lleve de la mano: sed obedientes a la voluntad de Dios, no os dejéis abrumar por las voces del mundo; cerrad vuestros oídos a escuchar la voz del adversario.

Mis amados hijos,

os pido que permanezcáis unidos... que seáis amor, que seáis fuertes en esta batalla contra Satanás. Rezad los unos por los otros; enorgulleceos de la situación en la que os encontráis: Jesús os está forjando, os está transformando para que seáis divinos en lo Divino. Pide gracia a ti, a tu Señor Jesucristo, para serle fiel, para no atreverte a darle la espalda y para contribuir a esta Obra todos en la misma medida de amor.

Hijos míos ,

si supierais lo que se avecina lloraríais lágrimas de sangre por miedo,...pero...Yo, vuestra Madre Celestial, toco vuestros corazones: Os marco en vuestras frentes, os abrazo en Mi Seno para manteneros en Mí, para que no tengáis miedo de lo que veréis.

Amados hijos Míos

veréis cosas terribles... desgraciadamente todo debe suceder. Ahora estamos en el secreto de Fátima: todo se está revelando a vuestros ojos, ... todo lo que el Señor anunció a través de Sus Profetas de antaño y de los de hoy, se está cumpliendo. Los Pastorcitos de Fátima os han anunciado el secreto de la Santísima Virgen, que hoy estáis viendo expresarse en gran manera ante vuestros ojos, en estos tiempos tan difíciles. La Tierra tiembla por todas partes, los volcanes entran en erupción por todas partes. Pronto habrá una gran ruptura en la Tierra, hijos míos, y eso será una señal muy dolorosa para tantos que han negado al Señor.

Ahora hay revoluciones civiles por todas partes; ¡el pueblo se rebela contra los gobernantes, se rebela contra las difíciles situaciones que se ciernen sobre él!

¡Basta ya!

¡Basta ya de maniobras políticas! ¡Basta ya de estar «sometidos» a Satanás!

¡Basta, hijos míos!

Abrid los ojos y arrepentíos rápidamente, porque el Señor os espera para daros de Sí mismo, para haceros gloriosos en Sí mismo.

Ha llegado la hora de la gran batalla:

estáis viviendo el armaghedòn, (*) ... ¡ya está a vuestras puertas!

Hijos míos, la guerra apremia y pronto abarcará al mundo entero. El sol emanará sus llamaradas solares y serán dolorosas para la Tierra y para esta Humanidad. ¡La gran catástrofe se extenderá por toda la Tierra! El hombre, en su locura, está a punto de apretar el botón nuclear.

Hijos míos rezad...

rezad intensamente y manteneos unidos: tratad de hacer surgir la fe y aferraos firmemente a Jesucristo el Señor y haced surgir a vuestra familia dirigiéndola a Cristo el Señor. Pronto surgirán nuevas situaciones dolorosas; ahora os encontráis en la situación dolorosa a afrontar. Tendrás que ayudar a tus hermanos ... y ... hacerles comprender que

no es el Señor malvado ... sino el hombre que ha negado al Señor, ... que se ha apartado de Él, y ... se ha entregado en manos de Satanás, del enemigo de Dios, el que había crucificado a Dios, el que había implicado a toda la Humanidad respecto a Dios para Su asesinato y crucifixión.

Estáis viviendo tiempos como aquellos, quizá más dolorosos que aquellos...

aunque Dios, Jesucristo, esté siempre colgado de esa cruz y sufriendo cada día por ti,

por tu negación a Sí mismo, por tu «no conversión», porque ahora te has acomodado a vivir las cosas de este mundo, a tener las satisfacciones de este mundo, cosas que -pronto-

ya no tendréis... y estaréis en la gran dificultad porque Satanás os ha engañado y os pondrá en gran dolor.

Hijos míos:

Quiero estar a vuestro lado ... dadme vuestras manos ... y decid vuestro «sí», para ir a vuestro Señor Jesucristo.

¡La hora es tardía, hijos Míos!

Sabed comportaros como Jesús os pide.

Uno Mis manos a las vuestras y os conduzco también a vosotros en este santo Rosario.

¡Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! Amén.

(*) Armaghed Òn: Nombre utilizado en Apocalipsis 16:16 para indicar el lugar donde se concentrarán los reyes malvados, aliados de la Bestia, en el gran día de la guerra contra Dios.

Origen: ➥ colledelbuonpastore.eu