domingo, 26 de agosto de 2007

Jesús habla a una familia a través de Su instrumento Anne.

Queridísimo Jesús, te pido con todo mi corazón que digas estas palabras que querías decir hoy a tu extensa familia.

En este momento ha aparecido una multitud de ángeles, sobre ella la Santísima Trinidad, a la izquierda la Santísima Madre que recoge la sangre de Jesucristo, a la derecha San Miguel Arcángel. Nuestro ángel de la guarda le pidió a la Santísima Madre que se pusiera detrás de nosotros para darnos esta protección para el futuro.

Jesús nos habla como un Jesús justo y misericordioso. Los rayos de Su gracia en esta gran imagen están inundados de rojo oscuro, a la derecha blanco y amarillo. En su mano izquierda sostiene el cetro, en su mano derecha el globo.

Jesucristo ahora dice: Yo, Jesucristo, quiero hablarte hoy a través de Mi instrumento dispuesto, humilde y obediente Anne. Mi amada extensa familia, sí, quiero decir extensa familia porque han aparecido aquí en tal gran número con sus corazones abiertos. Sí, entro con Mi amor. Este amor crecerá en sus corazones porque Mi queridísima Madre siempre lo pedirá por ustedes. Especialmente en sus dificultades, ella los apoyará y una y otra vez les dará sus ángeles como escolta. Pídanselos también ustedes mismos.

Adórenme en Mi Santísimo Sacramento del Altar. En este tiempo, Mi inminente venida, es necesario que en muchas casas y en esta capilla, el Santísimo Sacramento esté expuesto y las personas en tiempos de necesidad sean recibidas en estas iglesias domésticas.

Mi amada familia, hoy los preparo para Mi tiempo venidero. Como han aprendido de mis objeciones, este tiempo se ha cumplido. No está lejos el tiempo en que las personas se hundirán en la ruina. Muchas personas no querrán regresar. Arrepientanse y oren por ellos. Especialmente quiero decir en su lugar sagrado aquí en esta capilla, oren por Mis sacerdotes apóstatas. Sí, muchos no están listos para celebrar Mi Santo Sacrificio como Mi Sumo Pastor en la tierra les ha dicho a los sacerdotes, en toda santidad en el Rito Tridentino Latino, sí, no están listos para obedecer a Mi Santo Padre terrenal en la tierra. Este su jefe pastor les pide su ayuda, por su oración. Él recibe la mayor hostilidad.

Mis hijos, ha sido puesto en grilletes. ¿Pueden imaginar lo que significa para Mí, su queridísimo Jesús en la Trinidad, estar atado en Él? Él lo ha sacrificado todo. Él escucha Mis palabras en su corazón. Él sabe todo, cómo se ve en Mi Iglesia que Mis obispos y Mis sacerdotes no quieren escuchar Mis palabras y no quieren seguir Mis verdades. Qué triste es para mí, pero qué agradecido estoy de que estén aquí, de que experimenten Mis verdades y crean en Mis verdades y las sigan. Gracias por responder a esta llamada.

Han experimentado mucho en el último tiempo a través de Mis promesas de Mis pequeños, que ya han sido enviados a todo el mundo. Todo es Mi verdad. Mis mensajeros, a quienes envío, proclaman Mis verdades y son un poco nada. Sí, viven en humildad y han renunciado a todo lo mundano. Por eso trabajo enteramente en ellos y puedo difundir Mis verdades en el mundo a través de ellos.

Mis hijos, ustedes también están expiando por Mis sacerdotes. Estos muchos sacrilegios, que se cometen a diario en Mis Santos Altares de Sacrificio, deben ser expiados. Pronto destruiré todos estos altares populares. Crean en estas verdades porque Yo, Jesucristo, purifico Mi Única, Santa, Católica y Apostólica Iglesia. Todo es Mi verdad.

Mi Santísima Madre llora lágrimas de sangre en muchos lugares porque ella derrama su sangre por estos hijos sacerdotes. Miren su corazón, miren su sufrimiento y consuélalos y también a mí, porque ustedes están ahí para mi consuelo. Les agradezco por estar dispuestos a ir hasta el final en Mi sucesión. Sí, va a ser difícil para ustedes. Tendré que cargarlos con muchos sufrimientos para que me ayuden a salvar estas almas. No se entristezcan, porque pueden estar agradecidos por estos sufrimientos. Estos son sufrimientos de amor y pueden participar en Mi sufrimiento redentor.

En el Amor Divino están todos unidos. Experimentarán las mayores alegrías aquí en la tierra. Pero en este momento están sufriendo este sufrimiento en la Iglesia, en Mi Misa modernista Santa, como se celebra hasta ahora en estos altares populares. Oren para que todo cambie pronto.

Oren mucho por este Mi Santo Padre, Mi Vicario. Es el yunque que siguen golpeando. Pero pacientemente perseverará porque está protegido por mí y también será fortalecido con todos los ángeles. Él se está aferrando. Miren una y otra vez a él, a su fuerza, entonces ustedes también pueden resistir, entonces están listos para estar disponibles para el cielo.

Y ahora quiero bendecir, amar, proteger y también enviarlos para el tiempo venidero, para Mi tiempo. Los amo y los bendigo con Mi Santísima Madre, todos los ángeles y santos y también con su amado Padre Pío, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vivan el amor, porque el amor es lo más grande y perdura todo. Amén.