domingo, 11 de noviembre de 2007

Jesús habla al Padre A. a través de Su instrumento Anne después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial en Battenhausen.

Jesucristo ahora dice: Mis amados, Mis elegidos, Les agradezco que hayan venido a Mi banquete sacrificial y que hayan venido a este santo hijo sacerdotal, sobre el cual he derramado muchas gracias. Como proclamé ayer, Mi elegido hijo sacerdotal con su director espiritual, después de la purificación de Mi única, Santa, Católica y Apostólica Iglesia, los guiará a la nueva orilla. Les agradezco que Me hayan dado este sí a la total entrega, ya que soportarán estas dificultades hasta el final. Solo con Mi gracia, con Mi Poder Divino y amor dominarán esto. Piensen y crean que Yo, Jesucristo, siempre estaré con ustedes para guiarlos y dirigirlos con Su Madre Celestial, quien los formará de una manera muy especial en este tiempo. Ella los ama más allá de toda medida.

Esta mañana el cielo lloró a torrentes. Han estado un poco ansiosos, pero con las muchas oraciones fueron protegidos y en este mismo momento del comienzo de Mi Santa Fiesta Sacrificial entraron en este lugar santo, esta Mi Capilla.

Sí, oren por estos muchos sacerdotes que se están hundiendo en el abismo en filas. Reparen, reparen, reparen aún más! Sus sacrificios no son los mayores, pero Mi sacrificio, Mi sufrimiento, Mi dolor y el dolor de Mi amada Madre son mucho mayores: Ella incluso llora lágrimas de sangre por estos Mis hijos sacerdotes que desvían al rebaño. Sean valientes y den testimonio de Mi verdad, incluso si les costara la vida. Entonces estoy más cerca de ustedes. ¡Amen a sus enemigos! Oren y reparen por ellos.

Mis obispos en Alemania están todos mintiendo en la falsedad. Cuánto debe sufrir Mi Sagrado Corazón. Este dolor es increíble. Pero a ustedes, Mis hijos, he llamado para que Me consuelen. Ustedes son bendecidos y permanecen los elegidos hasta Mi venida, que ocurre en Mi tiempo. Mi tiempo no es su tiempo, pero se acerca cada vez más.

Con gran poder y gloria apareceré como Rey de Reyes con Mi Madre, Reina de la Victoria y Santa Madre de la Eucaristía. Cuánto Mi amoroso corazón atrae sus corazones a Mi Sagrado Corazón. Cuán grande es Mi anhelo por sus corazones. Satisfagan un poco este anhelo. Sobre cada alma que se pierde, Mi dolor, Mi Divino dolor, es muy grande. Ya que están aquí para consolarme, Mi Padre Celestial aún mantiene Su brazo alejado de este evento. Sí, un gran evento vendrá sobre toda la humanidad. Será duro para estos hombres que todavía no creerán ahora, incluso cuando envíe a Mis profetas a todo el mundo para anunciar toda Mi verdad.

No como Mis sacerdotes dicen: "Tenemos la Biblia, lo hemos experimentado todo". Siempre he enviado profetas al mundo para no solo anunciar Mis verdades a los confines de la tierra, sino para gritarlas. Están protegidos, Mis amados. Una y otra vez encontrarán equilibrio y paz en Mis lugares y en Mi Sagrado Corazón y en el Inmaculado Corazón de Mi y su amada Madre. ¡Aguanten! ¡El tiempo es corto! Permanecer en Mi amor y vivir este amor para todos aquellos que todavía no pueden y no quieren creer.

Ahora los bendigo con triple fuerza, en Amor Divino, con todos los ángeles y santos, con Padre Pío, el Santo Arcángel Miguel, especialmente con su amada Madre, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.