domingo, 6 de abril de 2008

Domingo para el Buen Pastor.

Jesús habla a través de Su hija Anne después de la Santa Misa Tridentina en la capilla de la casa en Duderstadt.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Junto al tabernáculo, la Santísima Madre se arrodilló a la derecha y San José a la izquierda durante la Santa Misa. Los ángeles flotaban sobre el tabernáculo. El altar de sacrificio y el altar de María estaban bañados en luz dorada.

Jesús ahora dice: Mis amados hijos, Mis elegidos, como les dije ya ayer en Mi Cenáculo, los he elegido para estar en Mi Iglesia purificada y allí también escuchar Mis palabras. Hoy hablo de nuevo a través de Mi instrumento voluntario, obediente y humilde Anne. Ella yace en Mi plena verdad y solo habla palabras que Yo le doy.

"Yo soy el Buen Pastor, conozco a Mis ovejas y las Mías Me conocen", esto lo he proclamado en Mis escritos a través de Mis evangelistas. Yo toco una melodía muy preciosa en Mi flauta y ustedes seguirán estos tonos. He hecho sensible su conciencia, para que también entiendan silenciosamente las palabras que quiero decirles, porque Yo les toco esta fina melodía una y otra vez. Ustedes deben seguir todas las instrucciones que les daré a través de Mi mensajera.

Hay muchos arrendatarios que no escuchan Mis palabras. Ellos son de otro redil y no querrán seguirme. Es por su voluntad, hijos Míos, y no porque no les haya dado gracias. Muy a menudo los he llamado de nuevo a seguir Mis palabras, y ellos no han escuchado a Mis mensajeros y a Mis verdades. Ellos continúan siendo asalariados, llevando a su rebaño a praderas falsas. ¡No crean en ellos, sino distánciense de ellos! ¡Permanezcan conmigo! Permanecer fieles a Mí y a esta Santa Fiesta del Sacrificio, que Yo renovaré una y otra vez a través de Mi Hijo sacerdotal! Allí están Mis verdades! Allí se anuncian y allí también late su conciencia! Reconocerán Mis palabras y una y otra vez podrán seguir Mis instrucciones porque les he enviado a esta mensajera.

Den gracias de que los he llamado y elegido. Ustedes no se han llamado a sí mismos, sino que Yo los he elegido. Gracias por querer seguir Mi llamada. Los amo y quiero atraerlos una y otra vez a Mi corazón, a Mi corazón herido y al corazón de Mi madre, que también está herido. Nuestros dos corazones laten juntos y ustedes recibirán de estos corazones el fuego de Mi amor. Debe convertirse en un corazón ardiente de amor porque Mi tiempo está cerca, donde ordenaré más y más mensajeros y ordenaré Mi redil.

Los amo! Sean obedientes y presten mucha atención a cada uno de Mis pasos! Haré conocer a ustedes elegidos todo lo que necesitan para Mi tiempo, para Mi venida. Y ahora quiero bendecirlos, amarlos, protegerlos y enviarlos y escribir Mis palabras en sus corazones, para que también puedan dar testimonio con estas palabras por Mí, por la verdad. Sean bendecidos en la Trinidad de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Serán amados con un Amor Divino ilimitado. Sean obedientes y resistan hasta el fin de los tiempos. Amén.

Alabanza y gloria sean sin fin, Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén.