Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

domingo, 15 de junio de 2008

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial en una capilla privada, dedicada a la Reina del Rosario de Fátima, a través de Su hija Ana.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Me gustaría explicar primero el espectáculo. De las cinco llagas del Salvador en la cruz fluyó Su sangre. De Su herida del costado, Su sangre goteó sobre la imagen de Jesús Misericordioso. El corazón de la Reina del Rosario de Fátima brilló de rojo oscuro y rayos rojos salieron del corazón. Con su mano derecha señaló la punta de su corazón y nos dijo: "Mis amados, de este Corazón Inmaculado, flujos de amor caerán sobre ustedes hoy".

Ahora el Padre Celestial dice: Mi amada familia extendida, también hoy quiero llamarlos nuevamente familia extendida. Ustedes son los elegidos en Mi corazón. Ninguno de ustedes, Mis amados, dejaré que se pierdan. Me han traído muchos sacrificios y han resistido las hostilidades que vinieron contra ustedes. Por esto, su Padre Celestial en la Trinidad les dice una recompensa eterna de Dios.

Jesucristo, Mi Hijo, está constantemente presente, día y noche, en este tabernáculo. ¿Saben lo que significa que se les permita tener a su Señor y Salvador más querido, su Redentor, su amadísimo Jesucristo cerca de ustedes día y noche? Es un regalo extremadamente grande. Se han vuelto dignos de este regalo.

También me gustaría agradecerles por haber dado muchos objetos sagrados aquí en esta capilla para Mi gloria y por haber usado estas cosas con amor por Mi amado hijo sacerdotal. Hoy, esta santa comida sacrificial fue celebrada una vez más con el mayor respeto. Me gustaría agradecer a Mi amado hijo sacerdote que siempre está a mi disposición. También me gustaría agradecer al amadísimo monaguillo. Siempre está al lado de Mi hijo sacerdote. Lo he elegido y quiero agradecerle hoy por todos sus servicios.

Mi amada familia extendida, ¡manténganse unidos! ¡Perseveren en esta mayor batalla! Tienen a la Reina del Rosario a su lado. Ella es su luchadora, y lograrán la mayor victoria con ella. Se les permitirá pisotear la cabeza de la serpiente con ella.

De esta capilla emanan grandes flujos de gracias que fluirán muy lejos. No podrán comprender lo lejos que llegarán. Todos los que hoy caminen mi camino, el camino más difícil, conmigo, que he ideado en el plan celestial, estarán bajo mi plena protección.

Como todos saben, pronto ocurrirá un gran evento para la humanidad. ¡No teman, Mis hijos! ¡No tengan miedo! Su Padre Celestial los observa con paciencia y amor paternal. Nada les sucederá. Siempre están bajo plena protección. La Madre a un lado y el Padre en la Trinidad siempre están entre ustedes. Este amor también permitirá que Mi Madre Celestial fluya una y otra vez en sus corazones para que sus corazones se fortalezcan, porque están allí para muchos, no solo para ustedes.

Ustedes, Mis pequeños hijos (los hijos de la familia extendida) que han perseverado aquí, quiero agradecerles y el Padre Celestial los bendice. Sí, soy un padre amable y amoroso en consecuencia. ¿No está siempre presente el amor y la bondad cuando hay consecuencia? A muchos no les gusta esto que ahora les estoy imponiendo, pero por amor, por amor les digo, Mis amados hijos, aferrémonos a Mi Santa Fiesta Sacrificial en el Rito Tridentino, no en el modernismo. Me gustaría recomendárselo, para que puedan seguir creciendo y madurando en sus corazones, porque el amor y la confianza deben profundizarse. Su madre nunca los abandonará. Gracias por su constante oración del rosario todos los días. Dará mucho fruto para muchos, muchos hijos de sacerdotes. Podrán arrepentirse a través de su constante oración perseverante.

Díganos a menudo, todo el cielo, que nos aman y que quieren librar esta batalla por amor. Solo su voluntad es decisiva. Todo lo demás se les dará. Los miedos humanos disminuirán y la fuerza divina aumentará. Los amo y quiero bendecirlos con Mi amadísima Madre, la Reina del Rosario de Fátima, la patrona de esta capilla. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo los bendicen. Amén. Vivan el amor, ¡porque el amor dura eternamente! Amén.

Alabanza y gloria sean sin fin, Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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