martes, 29 de julio de 2008

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial en Gestratz en el Allgäu a través de Su hija Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Los espectáculos fueron tan grandes y tan numerosos que apenas puedo reproducirlos. San Miguel Arcángel estuvo al principio bañado en una luz dorada que cambió a rojo oscuro. La Reina del Rosario de Fátima y San José estaban radiantes de oro. La imagen de Jesús Misericordioso estaba brillantemente iluminada. Los ángeles se arrodillaron adoradoramente alrededor del altar durante toda la Santa Misa Sacrificial. La sangre de Jesús fluyó de Su herida en el costado al cáliz sobre el altar.

El Padre Celestial ahora habla: Mis amados hijos, Mis elegidos, Mi queridísima familia extendida. Aquí en esta capilla hoy Mi Santa Fiesta Sacrificial fue celebrada con el mayor respeto por Mi santo hijo sacerdotal. Él está complacido conmigo y Me ha servido durante mucho tiempo. Él cumple Mis deseos como Yo quiero que lo haga y no según su plan. Él Me sacrifica todo y Me lo da. Una y otra vez aparta sus propios deseos.

Mi querida familia extendida, en Mi lugar de peregrinación Wigratzbad la puerta me fue cerrada a Mí, a Jesús Cristo, en la Trinidad, es decir, a Mí, al Padre Celestial. Fui perseguido, fui atacado, fui ridiculizado. No es Mi pequeña, no es Mi hijo sacerdotal, quien ha sido perseguido, sino Yo personalmente, el Todopoderoso Creador del mundo entero, Yo, el Padre Celestial en la Trinidad. He sido expulsado de Mi propia iglesia. Mi Madre Celestial ha derramado muchas lágrimas por esta razón, sí, tuvo que llorar lágrimas de sangre en este lugar.

Muchas corrientes de gracias han fluido en este Santuario Original. Ahora este sitio ya no está protegido y está a merced de fuerzas malignas. Pronto lo sabrán, mis amados. Yo, el Padre Celestial, he abierto esta puerta a Mi familia extendida, que Me han dado su palabra de sí. Cuán agradecido estoy con ustedes y Yo, el Padre Celestial, me gustaría agradecerles personalmente. Cuán complacidos me hacen. Ustedes también podrían haber dicho no, porque muchas hostilidades precedieron. Ahora han tomado valientemente este camino. En el futuro, como es Mi deseo y Mi plan, Mi Santa Fiesta Sacrificial será celebrada aquí en este lugar todos los días, en el momento que corresponda a Mis deseos. Yo, el Padre Celestial, anuncio el tiempo y la fecha.

No teman, mis amados. Siempre tienen toda la protección del cielo. Cuántos preparativos han hecho para celebrar esta fiesta hoy, cuando les anuncio esto. Todo está en el Plan, sí, en Mi Plan Celestial. Nada es de ustedes y nada está en el plan de Mi hijo. Hasta hoy Mi pequeña no sabía lo que estaba sucediendo aquí. Esta proclamación se mantuvo en secreto para ella. sí, Mi pequeña, a menudo Me ha suplicado: "¿por qué no nos dices a todos, querido Padre, dónde se celebra esta Santa Fiesta Sacrificial? Te digo: "¡No seas tan entrometido!"

Mis amados, pasen la voz de que Mi Santa Fiesta Sacrificial se celebra aquí con el mayor respeto y según el plan, según Mi Plan Celestial. Aquí los mensajes, Mis mensajes, pueden continuar siendo proclamados y también las visiones de Mi pequeña y las éxtasis que les doy. Acéptenlos voluntariamente y continúen dando todo a Internet porque el mundo debe saber sobre mi anuncio.

Ustedes también están expuestos a muchas persecuciones, Mi querida familia extendida. ¡Sean valientes y fuertes! Caminen los pasos, sí Mis pasos, una y otra vez obedientemente. Paso a paso les haré conocer Mis deseos y continuaré preparándolos. Nada sucederá que no esté en Mi plan.

Y ahora quiero bendecir, proteger, amar y enviarlos para este mi plan. El Dios Trino, la Madre Celestial y todos los ángeles y santos los bendicen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén listos, Mis hijos! Pronto mi gran evento tendrá lugar, y ustedes están bajo mi protección! Den gracias diariamente por esta profecía. Amén.

Alabado sea Jesús y María, por siempre y para siempre. Amén. María querida con el niño, ¡danos a todos Su bendición! Amén.