Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Por la tarde, la Santísima Madre habla en la Capilla de la Gracia en Heroldsbach frente al Santísimo Sacramento a través de Su instrumento e hija Anne.

 

La queridísima Madre de Dios de Heroldsbach, la Reina de los Rosarios, se acaba de aparecer a mí con el Niño Jesús que nos está mostrando.

Nuestra Señora nos dice: Pronto se cumplirá el tiempo. Regocijaos en todo lo que está por venir, porque vosotros que creéis estáis bajo la protección del cielo. Así que tened confianza para dejaros guiar cada vez más profundamente. ¿Creéis, Mis hijos, que no puedo guiaros hacia estas corrientes de gracia que fluyen desde aquí, este lugar de Mi gracia, Heroldsbach? Vosotros, Mis amados, ved que estas corrientes de gracia continúen fluyendo. No os quedáis aquí. Van muy lejos hacia los lugares circundantes. Estas son corrientes de gracia que continúan fluyendo hacia las almas que no pueden creer, que no aman y que no adoran.

Mirad al querido niño Jesús. Extiende sus brazos y quiere recibiros. Os ama y os acoge en este lugar de gracia. A vosotros, Mis pequeños, se os aparecerá ahora en este momento.

Regocijaos cada día de tener esta gracia de poder creer y querer creer y profundizar en la fe para dejar crecer la confianza. Otras personas no pueden disuadiros si creéis más profundamente. Sólo entonces, cuando la fe se detiene en la superficie, estos hombres aún pueden alejarse de la fe. Por lo tanto, Mis amados, es importante querer creer más profundamente y dejar que la corriente de gracia fluya profundamente en vuestros corazones. Vuestro querido niño Jesús se encarga de eso.

Practicad la humildad. Esto es importante. Quiero repetirlo una y otra vez: Aquí en este lugar la Santísima Madre lloró. Lágrimas de amor la hicieron llorar. A través de estas lágrimas quiso atraer a vosotros, los que creéis, no a los que no creéis.

Os amo. Dejad que seáis ricamente dotados en este tiempo de gracia y esperad con ilusión la venida de Jesucristo, no sólo a la primera venida, sino también a la segunda venida. Me gustaría repetirlo: No tengáis miedo, Mis hijos. Todo lo que se ha dicho desde el cielo corresponde a la plena verdad. Incluso si muchos piensan que no es la verdad, creed más profundamente.

Satanás está caminando. Todavía quiere disuadiros en la última hora. Pero no tendrá éxito, Mis queridos hijos de María, porque yo os protejo. ¡Os amo! No dejéis que se os quiten estos placeres del cielo.

Vuestra queridísima Madre, la Reina de los Rosarios de Heroldsbach, os bendice con el queridísimo pequeño Jesús, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Amad a los demás, porque el amor al prójimo es muy importante para llegar a la fe, a la verdadera fe en el conocimiento. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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