Martes, 10 de septiembre de 1996

Nuestra Señora viene como Nuestra Señora de Fátima. Tiene una luz verde a su alrededor, y Ella sostiene un rosario. Ella dice: "Mi ángel, vengo a ti como siempre para anunciar la venida de Mi Hijo. Deseo que la gente sepa que su fe y sus oraciones son importantes para Mí. No es un error que sean invitados a rezar conmigo en nuestra propiedad. Mi venida a ti es real. Mi gracia es real. Esta gracia, esta dulce emanación de Mi Corazón, es un anticipo del Cielo. Cuando tus rosarios cambien a oro, es Mi señal para ti de que tu oración cambia los corazones y, por lo tanto, los acontecimientos mundiales. Cuando sean sanados de cualquier manera, sepan que Dios tiene dominio sobre cada situación en la vida. De hecho, el aire, la tierra y el mar Le obedecen. Dios está midiendo ciertas gracias divinas para ser otorgadas en particular en Mi sitio de oración que comparto contigo. En anticipación de esto, y en agradecimiento por lo que ya se ha dado generosamente, te pido que te reúnan en la fiesta del Santo Rosario (7/10/96) para rezar conmigo. Hazme este honor y estaré contigo. Te estoy bendiciendo."