Viernes, 16 de diciembre de 2005

San Tomás de Aquino viene. Dice: "Alabado sea Jesús."

"He venido para ayudarte a entender cómo hacer que el momento presente sea valioso a los ojos de Dios. Das valor eterno al momento presente cuando sostienes el amor de Dios en tu corazón. Esto no siempre es a nivel consciente; es decir, pensando, 'Te amo, Jesús'. Más bien, es un amor arraigado en el corazón – en el espíritu – que motiva el pensamiento, la palabra y la acción."

"El momento presente que se gasta en impaciencia, falta de perdón, ira o cualquier emoción que se oponga al amor de Dios es desperdiciado. Por eso el alma necesita practicar cada virtud por amor de Dios. Nunca intentes impresionar a los demás con tu santidad. Esto surge de una virtud falsa. Pide a los santos ángeles que te mantengan en el camino correcto. Cuando te levantes por la mañana, pide a los ángeles que inunden tu corazón con el amor de Dios y del prójimo. No subestimes el poder de esta práctica. El Dios Trino desea que tengas todas las ventajas para guiarte hacia la santidad."