sábado, 12 de agosto de 2006

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, vengo del cielo para decirles que Dios desea mucho su conversión y la santidad de sus almas. Sean personas de oración, dando testimonio con sus vidas y su corazón a mis llamados desde el cielo. Soy Yo quien siempre los ayudará a caminar el camino que conduce al cielo, porque soy su Madre.

En este lugar aparecí por primera vez, y aquí en este lugar Dios desea hacer grandes cosas. Aparecí dentro de un hogar familiar para mostrarles lo preciosas que son las familias para Dios. Cuiden sus familias. Son su mayor tesoro. Elegí a una madre de familia y a un hijo para también mostrarles que una mujer tiene un papel muy importante en la educación y la crianza de sus hijos, y elegí a un hijo para que todos entiendan que ellos también son importantes y pueden hacer grandes cosas para Dios. Por favor, oren por las familias, para que la gracia de Dios siempre permanezca en cada hogar. Una familia es solo santa donde hay la gracia de Dios que la santifica. El sacramento del matrimonio concede esta gracia al hombre y a la mujer que desean unirse el uno al otro. Así la gracia que Dios concede a la pareja con su bendición los ayudará a vivir en santidad, santificando su hogar.

Quiero conceder a todas las familias mis gracias celestiales, para que puedan seguir a la Sagrada Familia de Nazaret: mi familia. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!