lunes, 5 de febrero de 2007

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Maderno, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, vengo del Cielo porque soy su Madre que se preocupa por la salvación de cada uno de ustedes.

Aparezco en tantos lugares del mundo para llamarlos a la conversión, para guiarlos con mis santos mensajes, para darles mis gracias y mi amor.

Hijitos, nunca se alejen de mi Hijo Jesús. Él es la luz para sus vidas. Él es quien puede sanar su alma y su cuerpo. Oren con fe y Él les concederá grandes gracias.

Mi verdadero devoto es aquel que vive rezando el rosario y la Eucaristía.

Les ruego: hagan todo lo posible para acercarse cada vez más a mi Hijo Jesús, presente en la Santa Eucaristía. Una persona no puede ser sanada e iluminada si no se acerca a mi Hijo Jesús pidiendo perdón por sus faltas y recibiéndolo en el sacramento eucarístico. Es en la Eucaristía donde mi Hijo abre sus corazones profundamente, cuando sus vidas reciben su paz profundamente, cuando mi Hijo se une a ustedes de una manera extraordinaria, iluminándolos profundamente.

Hijitos, sean de Jesús, sean de Jesús, sean de Jesús para que Él pueda obrar los grandes milagros de conversión en sus vidas y en sus familias. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!