sábado, 6 de septiembre de 2008

De nuevo esta noche Nuestra Señora apareció y transmitió el siguiente mensaje:

¡La paz esté con ustedes! Queridos hijos, con la oración pueden cambiar el mundo. Oren por la conversión del mundo y por la paz. Si quieren pertenecer a Dios, recen mi rosario. No permitan que el diablo los aleje de Dios con el pecado, sino combátanlo orando, sacrificándose y ayunando. Yo, su Madre, vengo esta noche del cielo para suplicar a toda la humanidad: regresen a Dios antes de que termine el tiempo de la misericordia, porque cuando este haya terminado muchos querrán orar y será demasiado tarde. Sean verdaderos hijos míos escuchando y viviendo mis llamados. ¡Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! ¡Amén!