miércoles, 21 de enero de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Comune di Vigolo, BG, Italia

¡La paz esté con vosotros, queridos hijos!

Yo, vuestra Madre, vengo del cielo para deciros que Dios os ama y desea la conversión vuestra y de vuestras familias. Hijos, rezad por la conversión de los pecadores. ¡Cuántas ofensas cometen mis hijos contra Dios a causa de sus pecados! Hijos, consuelen el Corazón de mi Hijo Jesús. Reparad. Rezad en vuestros hogares con vuestras familias. ¿Por qué no rezáis juntos? Os espero para la oración siempre, pero muchos de vosotros me hacéis esperar porque no rezáis. Sin Dios, no podéis tener paz.

Hijitos, os digo: las familias sin Dios son familias que quieren pertenecer al diablo. ¿Queréis que vuestras familias sean destruidas por el mal? Entonces, ¿por qué no queréis pertenecer a Dios, renunciar a los vicios de este mundo y rezar con vuestras familias?

Os invito: volved, volved a Dios y vuestras vidas y vuestras familias serán renovadas por su amor y su gracia. Quiero hacer de vosotros familias santas, *por eso os digo: ¡familias, despertad! Levantaos y sed testigos fieles del amor de Dios. ¡Actuad! Cambiad el rumbo de vuestras vidas. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

(*) En este momento, Nuestra Señora habló con autoridad y majestad, usando su poder como Reina del Cielo. Me recordó mucho a cuando Jesús sanó al paralítico en el Evangelio, diciendo con autoridad: Te mando -dijo a la paralítica-, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. En ese mismo instante, poniéndose de pie delante de todos, tomó la camilla y se fue a su casa, glorificando a Dios. Todos quedaron asombrados y glorificaron a Dios, llenos de temor, diciendo: Hemos visto cosas maravillosas hoy. (Lc 5:24-26)