jueves, 19 de febrero de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Gorlago, BG, Italia

¡Paz, mis queridos hijos!

Una vez más vengo del Cielo para darles mi mensaje. Estoy aquí con mi Hijo Jesús y San José para bendecir sus familias.

Hijitos, tómense un momento para estar con Dios. Solo Él puede darles la paz que tanto necesitan. Den a mi Hijo la oportunidad de darles el consuelo que tanto buscan. Mi Hijo es paz. El mundo necesita paz: mi Hijo. Sean testigos de mis mensajes a sus hermanos, para que tantos puedan encontrar la paz de mi Hijo.

Hijos, me he presentado como Reina del Rosario y de la Paz, porque traigo esta paz a todos ustedes, la paz que Dios me permite darles. Oren el rosario y la paz los envolverá. Oren el rosario y la discordia y la falta de amor terminarán. Oren el rosario y Dios tendrá misericordia de ustedes. Los amo y unidos a mi Hijo y San José los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Esta noche, el Niño Jesús me dio un mensaje:

Deseo que todos se preparen dignamente para la fiesta de mi Virginal Padre José con oraciones, con la recitación de su Sagrado Manto, pues todos aquellos que se entreguen a su protección estarán bajo su manto protector y dentro de mi Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón de mi Madre. Les doy mi paz. Oren, oren por Italia, pues Italia me ofende con sus pecados impuros y su falta de amor por mi Iglesia al distanciarse de mi Corazón. Oren, oren: oración, sacrificio y penitencia si desean pertenecer algún día a la gloria de mi Reino.

Jesús me mostró cosas tristes que sucederán en Italia. Me mostró tres cosas que tocaron mucho mi corazón. Los pecados impuros de los hombres atraen una calamidad de castigo. ¡Cuántas almas están en peligro de perderse eternamente si no se convierten sinceramente y abandonan su vida de pecado y adulterio! Sufrirán por lo que han pecado. Sin un arrepentimiento sincero y renuncia a las cosas malas no habrá salvación para muchos.

El hombre sensual no practicará fácilmente la renuncia; requerirá su resolución para hacerlo. Si después de algunas vacilaciones, o incluso una actitud decididamente negativa, deja de consentir, entonces se evidencia una decisión de la voluntad. La parte más íntima del alma es el lugar de la libertad más perfecta