viernes, 21 de agosto de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Lanciano, Italia

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, vengo del cielo para rogaros que intercedáis por la Iglesia, por el Papa, por todos los obispos y personas consagradas.

Hijos, mi Hijo Jesús sufre por todos los elegidos y consagrados que están perdidos en el pecado y que caminan por el camino que conduce al infierno. Intercedáis vosotros por estas almas tan preciosas para Dios y reparad por estos pecados que cometen: de ultrajar y ofenderle con pecados impuros, de sacrilegios, de desobediencia y frialdad, hacia sus obras y hacia sus gracias.

Hijos míos, os llamo a la gran batalla. Reuníos cada vez más, para superar estos tiempos malos, que se están volviendo más terribles cada día, por falta de oración, de ministros de Dios, y de los fieles de la Iglesia de mi Hijo Jesús.

Orad, creed, reparad y sacrificad, y Dios os dará la victoria sobre todo mal. Con aquellos que rezan mi rosario, que se entregan con confianza a nuestros Sagrados Corazones, que ayunan, que verdaderamente adoran al Señor y que viven en la gracia de Dios, el diablo no puede hacer nada, pues todos están envueltos en el poder y la luz de Dios y son aquellos a los que temen los demonios del infierno.

Sed de Dios, para que el mundo también lo sea. Muchas cosas que sucederán en el mundo dependerán mucho, de vuestra respuesta, a los llamados de Dios, y de vuestra obediencia a él. Escuchad a Dios ahora, pues os está llamando.

Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. ¡Amén!