domingo, 17 de febrero de 2013

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Nuestra Señora llegó con las palmas de sus manos hacia abajo hacia nosotros, similar a la imagen de Nuestra Señora de Gracia. Vestía de blanco, como siempre la veo. Estaba feliz de vernos reunidos en oración.

Paz, mis amados hijos!

Yo, vuestra Madre, os amo y estoy feliz con vuestra presencia aquí esta noche.

Gracias por escuchar mi llamado a la oración y por estar aquí. Os invito a rezar el rosario en familia. Rezad el rosario, mis hijos, porque de esta manera tendréis la fuerza para luchar contra el diablo y para superar todo mal. No seáis perezosos para rezar. El mundo necesita mucha oración.

Aceptad mi invitación a la oración y Dios os concederá grandes gracias... Mirad...

En este momento, rayos de luz irradiaron de las manos de Nuestra Señora sobre todos nosotros y sobre el mundo. Nuestra Señora brilló más intensamente y se volvió radiante. ¡Qué hermoso es ver a la Virgen tan hermosa, tan santa y tan pura! Inmediatamente hace que uno quiera morir e ir al cielo.

...Estas son las gracias que os concedo esta noche: gracias y bendiciones del cielo. Regresad a Dios abandonando el pecado y yendo a la confesión cuando sea necesario. Hombres y mujeres, sed de Dios. Luchad por el reino de los cielos. Dios está dando a la Amazonía grandes gracias esta noche con mi presencia maternal.

Vine del cielo para mostraros el camino que conduce a Jesús. Llevad mis palabras maternales a vuestros corazones, y sabréis qué hacer en tiempos difíciles y de prueba.

Mis hijos, nunca os abandono. Estoy aquí para daros todo mi amor, pero muchos de mis hijos aún no han abierto sus corazones como yo deseo y no creen en mi presencia maternal.

Orad por estos mis hijos con corazones cerrados y endurecidos y un día se convertirán. Gracias de nuevo por vuestra presencia, mis hijos. Regresad a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!