miércoles, 5 de julio de 2006

Angel Melin Mensaje

(Informe-Marcos) Hoy, el Ángel Melin se me apareció por primera vez. Es rubio, tiene ojos azules y lleva una túnica blanca. Me saludó y luego me dijo: ¡Marcos, soy el Ángel Melin! Vengo a decir que la verdadera devoción a San José es plena y de total entrega, es decir, hace que el alma se entregue y viva completamente dependiente de San José, buscando siempre en Él la gracia para ser fiel al Señor y en todo esperando de Él la luz sobrenatural de la Divina Providencia; hace que el alma confíe en San José y no en sí misma para perseverar hasta el final; hace que el alma desconfíe de sí misma y pida sin cesar la gracia de San José para ser fiel al Señor y a la Madre de Dios; hace que el alma se vuelva totalmente dependiente de este buen Padre para avanzar en la conversión y la salvación. El alma que la posee mira a San José en todo: en dudas, en decisiones a tomar, en tentaciones a superar, en negocios a hacer, en problemas a resolver, en sufrimientos a soportar, en trabajo a realizar. El alma que posee esta devoción está, en todo momento, unida a San José por lazos espirituales que lo hacen capaz de actos santos que son extremadamente agradables al Altísimo. Finalmente, esta devoción hace que el alma trascienda la tierra y entre en el Cielo, es decir, a vivir elevado de todo lo terrenal y bajo, a vivir inmerso en la esencia del Amor Divino. ¡Dichosa el alma que posee esta devoción y sabe conservarla, pues vivirá como una flor elegida y una paloma favorita de San José, guardada por Él y nutrida en las entrañas místicas de Su Corazón! Marcos, ¡adelante! ¡Coraje! Te amo y estaré a tu lado! ¡Invócame! ¡Ora! Mensajero del Rosario, ¡adelante! ¡Elegido! ¡Paz!

(Informe-Marcos) "Entonces me habló, me bendijo y desapareció.