domingo, 9 de septiembre de 2007

Mensaje de la Muy Santa María

Queridos hijos. Yo soy vuestra Madre la 'DAMA DEL ROSARIO', ¡soy la 'LLUVIA y MENSAJE de PAZ'!

Otra vez, queridos hijos, continuad con todas las oraciones que Yo, mi HIJO y JOSÉ os hemos dado aquí, porque estas oraciones salvarán a gran parte de la humanidad.

¡Sed fieles! Permaneced siempre católicos aunque encontréis oposición dentro del mismo catolicismo.

Sí, hijos míos, la fe católica es la única fe verdadera, así que debéis tenerla hasta el final, ¡aunque sufrais persecución e injusticia! Debéis seguir rezando el Rosario, debéis seguir amándome, amar a Mi Hijo, amar a JOSÉ, amar a los Santos y Ángeles, amar todas las verdades de la fe que Mi Hijo JESÚS os enseñó y de las cuales Yo siempre he sido testigo, portadora y final.

¡Orad! Renunciad a vuestros apegos terrenales, para que vuestras almas estén libres y libres de todo lo que les impide ser santos y cumplir plenamente la voluntad del SEÑOR.

Deseo, hijos míos, que seáis fuertes, ¡tenéis la virtud de la fortaleza! Pedid la virtud de la fortaleza para vosotros y vuestros hermanos y hermanas, para que seáis fuertes en las pruebas, en la enfermedad, en el sufrimiento, para que seáis fuertes en las tentaciones, para que seáis fuertes en el cumplimiento y testimonio de la Santa Fe Católica.

Me he aparecido en muchos lugares del mundo, pero están desiertos y mis hijos no quieren saber nada. Hay lugares raros donde Mi Amor no ha sido pagado con ingratitud, con olvido e indiferencia; con desobediencia y desprecio.

¡Que esto nunca suceda aquí, hijos míos! Por lo tanto, sed verdaderos, hijos míos, cantando y rezando en procesión para participar y orar desde el principio hasta el final de estos Cenáculos que os hacen tanto bien! Que fortalezcan vuestra fe, que os corrijan y os enseñen a ver vuestros errores, vuestros fallos, vuestros defectos y que os conduzcan a superarlos y superar vuestro propio "yo", para que entonces seáis ardientes hijos en el Amor de DIOS y en Mi Amor.

Estoy con vosotros todos los días, pero solo los puros de corazón pueden sentirme y reconocerme en los acontecimientos de vuestras vidas. Si vuestros corazones están purificados sentiréis Mi presencia, sentiréis Mi ayuda y protección constantes en vuestra vida diaria.

Si vuestros corazones son puros, entenderéis Mi voluntad en Mis Mensajes y acontecimientos de vuestras vidas, entenderéis lo que debéis hacer! Para purificar vuestros corazones derramad muchas lágrimas, con muchos gemidos y súplicas renunciad a vuestra propia voluntad a vuestro propio "yo", a vuestros apegos, y entonces vuestro corazón será tan puro como el de un niño.

¿Qué es un niño?"

Es alguien que no tiene apego a nada, porque su corazón es puro, libre e inocente como el de una paloma. Eso es lo que Mi Hijo quiso decir cuando dijo: "Si no os hacéis como los niños no entraréis en el Reino de los Cielos.

Si no tenéis esa pureza, esa inocencia, ese desapego! No entraréis en el Reino de los Cielos.

Hacedos, por lo tanto, como los niños, volved a la inocencia desprendiéndoos de vuestros desordenados apegos, de vuestra voluntad que tiene mal, contraria al SEÑOR y tendréis la pureza de los niños y entonces vuestros corazones tendrán la capacidad de entender Mis Mensajes, de entender Mi voluntad y cumplirla perfectamente. Y entonces incluso saltaréis de alegría, porque podréis sentir Mi presencia! Sentir Mi Amor! Degustar Mi Amor! Entenderéis Mi voluntad! Entenderéis Mis palabras! Entenderéis el Amor que os tengo.

Sin esta inocencia interior, sin esta pureza interior, no podéis entender Mi Amor ni Mis Mensajes. Sed puros como niños y Me entenderéis, sentiréis Mi presencia y siempre la tendréis con vosotros!

Continuad rezando el Santo Rosario por el Triunfo del Señor! Por el Triunfo de la Fe Católica! Por el Triunfo del bien! Por el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón y la Paz de todo el mundo!

Solo cuando todos recen el Rosario todos tendrán Paz! Entonces difundid el Rosario Meditado que se os da aquí en profusión, que este Mi amado hijo Marcos hace y os da! Propagadlo tal como está registrado con estos Mensajes para que todo el mundo conozca Mi Amor y Mi Dolor, correspondan a Mi Amor y vengan a consolarme en Mi gran Dolor, y sequen Mis Lágrimas. Y así, hijos míos, os prometo, el mundo será salvado por un milagro del Amor de Mi Inmaculado Corazón.

Permaneeced en la Paz del SEÑOR.

Mensaje de San José

"-Hijos amados. Yo José os doy hoy la bendición de Mi AMOROSO CORAZÓN!

Sed fieles a Nuestro Señor y a la Muy Santa María! Ofreced vuestros sufrimientos por la salvación de las almas, ¡porque pueden salvar muchas almas! No podéis imaginar el gran poder del sufrimiento ofrecido con la oración cuando sufrís allí, hijos míos, salváis más almas! Ofreced, por lo tanto, vuestros sufrimientos con el Rosario, y todo esto se revertirá en Gracias de conversión y salvación para muchos, muchas almas! Cuanto más sufrís más os amamos!

Mirad, hijos míos, todos los sufrimientos que DIOS permite en vuestras vidas no tienen otro propósito que el de salvaros a vosotros y al mundo, salvar tantas almas que necesitan más Gracias para salvarse!

Por eso el SEÑOR permite el sufrimiento en vuestras vidas, para que podáis unirlo a los sufrimientos de Nuestro Señor y completar lo que falta en la Pasión de JESÚS por la salvación de tantas almas, que tanto necesitan!

Si hubiera más almas pacientes, más fuertes en el sufrimiento el mundo tendría más almas santas! Habría más conversiones! La Santa Fe Católica se extendería más rápidamente. Por lo tanto, ofreced vuestras obras diarias, pobreza, humillaciones, privaciones! Ofreced los sufrimientos físicos y sufrimientos del alma con el Rosario, para que todos estos se conviertan en bendiciones más intensas que puedan salvar tantas almas, ¡incluso las vuestras!

Desde ahora, por lo tanto, ¡no murmuréis más! No os rebeléis más contra la voluntad del Señor que os permite la Cruz por unos momentos para que podáis ayudarles en el plan de salvación de la humanidad!

No estaréis solos, siempre estaré con vosotros y también SANTA MARÍA y Nuestro Señor JESÚS CRISTO.

Mi Corazón más Amoroso será vuestro refugio, hoy y para siempre!

Orad por nuestras intenciones! Imitad mi pobreza, voluntariamente quise ser pobre para que mi Corazón no tenga otro Amor que JESÚS y MARÍA, YO me desprendí libremente de todo, renuncié a mi propia voluntad siempre y me consagré al Señor desde los primeros años de mi vida, para que mi único Amor fuera Él y más tarde MARÍA SANTA.

Desde que el Señor me dio en custodia Mi gran Amor, el Amor más puro, más santo y celestial fue Ella y el Niño JESÚS. Fue el Señor quien dio estos dos tesoros incalculables a toda la humanidad. Debéis seguirme en el camino de la pobreza, en el camino de la total consagración, en el camino del desapego, para que vuestro amor sea solo DIOS y MARÍA SANTA. Que en vuestro corazón solo haya sitio y esté ocupado solo por el Señor y por Ella con Su santa voluntad y digna de todo honor, de todo amor, de toda obediencia y de toda alabanza!

Permaneeced en la Paz del SEÑOR".

Marcos: "-¿Quién eres, hermosa Princesa del Cielo?"

Mensaje de Santa Edwirges

"-Marcos, YO SOY EDWIRGES sierva del SEÑOR y de MARÍA SANTÍSIMA, YO soy conocida por todos vosotros como la protectora de los endeudados.

Sí, pagué las deudas de los pobres al Rey y él las perdonó y los envió en paz! E incluso nuevos regalos les di por amor a Mí y en respuesta a mi petición.

Pero ahora las principales deudas vuestras que quiero pagar y lograr el perdón son vuestras deudas a la Justicia de DIOS causadas por vuestros pecados! Tengo la misión de rogar el perdón del SEÑOR y de MARÍA SANTÍSIMA día y noche, el perdón de vuestras deudas! Perdón por las tristezas de vuestros pecados y así obtener misericordia y clemencia para vosotros del SEÑOR!

Rezo, intercedo sin cesar con el SEÑOR y con MARÍA SANTÍSIMA por vosotros! Por lo tanto, debéis traerme vuestras preocupaciones, vuestros dolores y, sobre todo, vuestras oraciones para que Yo una con las Mías y así presentar en el trono del SEÑOR y de Su Madre estos regalos para obtener de Él el perdón de vuestras deudas!

Debéis seguirme en el camino del desapego, de la pobreza, de la penitencia que Yo misma he recorrido por vosotros. Como reina me desprendí de mi poder real para hacerme una religiosa pobre. Siendo de noble linaje siempre he buscado la penitencia! Siempre he buscado sacrificios, siempre he rezado durante muchas horas cada día, incluso descalza en la nieve y en el hielo! Siempre he tratado de consolar a Nuestro Señor y a Santa María con muchas oraciones, muchas lágrimas, muchos ayunos y abstinencias. Debéis seguirme en este camino, debéis seguirme en el camino de la obediencia al SEÑOR! Siempre he luchado por la Santa Fe Católica, por el Santo Rosario, por la devoción a María y a nuestro Señor para que se extienda no solo en mi reino sino en todos los demás y para que todos amen a nuestro Señor y a María con todo su corazón! Debéis seguirme por este camino, debéis seguirme imitando los

Mis ejemplos! Si hacéis esto tendréis el mismo final glorioso que tuve, el Paraíso, el Cielo!

En el Cielo soy extremadamente feliz! En el Cielo tengo la visión completa de Mi Señor y de Su Madre. En el Cielo recibo sin cesar la infinitud del Amor de DIOS, del conocimiento de DIOS de participar en la felicidad infinita de DIOS. Allí tengo el pleno disfrute del SEÑOR!

Si me seguís en el camino de la penitencia, la oración, el desapego, la pobreza, la incondicional y desinteresada obediencia al SEÑOR y a Su MADRE seréis tan felices como Yo! Brillaréis más que el Sol entre los Ángeles de DIOS. Vengo a deciros que puedo ayudaros mucho y que es Mi misión enseñaros cómo amar y obedecer a María y a Nuestro Señor con toda la fuerza y el amor de vuestro corazón!

Consagraos, por lo tanto, a Mí! Haced una dedicación especial de vuestras almas y vidas a Mí el día 16 de cada mes. Siempre intentad durante el día elevar vuestros pensamientos a Mí, rezar a Mí, pedir Mi ayuda, porque puedo ayudaros mucho en el camino a la santidad! E incluso en vuestras preocupaciones terrenales diarias, incluso en estas, quiero y puedo ayudaros siempre y cuando: os recomendéis a Mí, os entreguéis totalmente y dócilmente a Mi dirección y que confiéis plenamente en que puedo con Mis oraciones concederos muchas gracias de Nuestro Señor y de Santa María para vosotros!

En la tierra llevé una corona, en el Cielo preparo coronas para todos los verdaderos hijos de DIOS y de SANTA MARÍA, que obedecen su voluntad! Que renuncian a su propia voluntad! Que se desprenden y saben luchar con ellos y amarles perfectamente. Preparo para vosotros coronas en el Cielo, espero el día en que las coloque en vuestras cabezas. ¡No me decepcionéis! Por lo tanto, no perdáis estas coronas por apegos pasajeros, por amores terrenales que no conducen al Cielo.

TODO PASA. SOLO DIOS ES!

TODO PASO. SOLO LA FE VIVIRÁ.

Venid a Mí! Soy vuestra hermana, amiga y compañera. Quiero ayudaros, dadme vuestras manos, entonces os tomaré y os guiaré por el camino de la santidad que Yo misma he recorrido. Que es estrecho, pero que es el camino de la vida, que es el camino que conduce al Cielo!

Con Mi ayuda y Mi compañía será menos duro para vosotros, porque iré delante de vosotros suavizando todas las piedras, que Nuestro Señor Me permitirá para que vuestro viaje sea más fácil y lleguéis al Cielo más seguros! Permaneeced en la Paz del SEÑOR".