domingo, 29 de junio de 2008

Mensaje de la Muy Santa María

"-Marcos, te bendigo hoy a ti y a todos los que están aquí contigo, ¡rezando tan ardientemente a Mi Corazón!

El globo, significa el mundo; los lugares punteados por los rayos de Mis Manos, son los lugares de Mis Apariciones; las lenguas de fuego que se elevan de ellos al Cielo, significan la gran fuerza mística y espiritual de las oraciones de todos aquellos que rezan en los lugares de Mis Apariciones, unidas a la fuerza de Mi Oración Mística, que se eleva al Cielo ante el trono del SEÑOR y llega de Él todos los días a la Tierra: Gracia, Paz y Misericordia, la cancelación de muchos castigos, nuevas y grandes gracias para las almas de todo el mundo y sobre todo; aumentan la gloria que la Santísima Trinidad recibe y así Su bondad se inclina a favorecer nuevamente a Sus hijos en la tierra!

Esto es lo que deseo: que cada lugar de Mis apariciones sea un lugar resplandeciente de amor, de oración, de fe y de penitencia. Deseo que brillen con la luz de mil soles, ¡para iluminar la tierra envuelta en la oscuridad! Que ardan como un gran horno; para calentar las almas y derretir el hielo de la indiferencia, el egoísmo, el pecado y la falta de fe que ahora cubre toda la Tierra, toda la humanidad.

Quiero que cada lugar de Mis apariciones sea un refugio seguro donde Mis hijos puedan siempre encontrarme y que sus corazones sean lámparas; que nunca dejen de arder a Mi alrededor, en Mi altar, transmitiendo a quienes vienen a Mí; luz, calor, vida y belleza!

Quiero transformar cada una de tus almas en un candelabro donde pueda poner Mi Amor; para que arda allí y en tus corazones se comunique de corazón a corazón, hasta que queme y queme todo el mundo con el fuego de Mi Amor Maternal!

¡Sigue rezando el Santo Rosario todos los días! Si todos los seres humanos rezaran Mi Rosario, el mundo ya sería un pequeño Cielo.

Ayúdame, mis queridos hijos, a transformar este mundo de mal y pecado; de injusticia y destrucción; en un pequeño Cielo de paz, de amor, de alegría y felicidad rezando Mi Rosario fervientemente todos los días!

Encomienda Mis hijos, que a cada Ave María, que a cada cuenta del Rosario, de Mis Rosarios que rezas, derribes las altas y fuertes ciudadelas, que el diablo levanta en esta humanidad corrupta y perdida! A cada Ave María, a cada cuenta que rezas le das un duro golpe a tantas obras satánicas que Mi adversario, con tanto orgullo y poder, ha levantado en el mundo.

Sigue adelante, continúa, Mis pequeños destructores de las obras de Satanás! Continúa rezando el Rosario hasta que aniquilemos completamente las ciudadelas del enemigo y erijamos un nuevo mundo de paz y amor. ¡Un mundo de Mi INMACULADO CORAZÓN! Paz!"