domingo, 7 de septiembre de 2008

Mensaje de San José

¡Marcos, favorito, la paz!

Hoy, cuando tú y tus hermanos celebran otro mes de Nuestras Extraordinarias Apariciones aquí, ¡Mi CORAZÓN AMOROSO te bendice de nuevo!

Sed los dóciles instrumentos de Nuestros Corazones; por la salvación de todos. de toda esta humanidad.

Sed el faro de luz que disipa la oscuridad: de pecado, ignorancia, egoísmo, odio, impureza y violencia.

Sed el faro de luz que espanta la oscuridad: de la rebelión contra DIOS, de la rebelión contra Su Ley de Amor, de la rebelión contra Su Santa Fe Católica, de la rebelión contra el Amor de DIOS; ¡que todos desean salvar y hacer felices!

Sed el faro de luz que a todos refleja la luz, que emana de Nuestros TRES CORAZONES SACRATÍSIMOS en este Lugar. para que todos viendo la Luz de Nuestros Corazones reflejada en vosotros y por vosotros; puedan ver de nuevo el camino recto que conduce al Cielo, en medio de tanta oscuridad que ahora envuelve a toda la humanidad y a toda vuestra sociedad.

Sed el faro de luz que refleja la luz de Nuestros TRES SAGRADOS CORAZONES; a todo este mundo para que Nuestros hijos hundidos en vasta oscuridad y ceguera espiritual, puedan ver de nuevo la Luz del nuevo día, de salvación y paz que ya se alza para vosotros en el horizonte!

Sed el faro de luz que refleja a todos Nuestros TRES SAGRADOS CORAZONES UNIDOS; para que todos puedan ser de nuevo: iluminados, restaurados, resucitados de la muerte espiritual, embellecidos y santificados por Nuestro Amor poderoso y sobrenatural.

Sed el faro de luz. Que a todos se les ofrezca el místico resplandor de amor, santidad y salvación; que emana de este lugar, a todo el mundo, para que toda la humanidad, caída y esclavizada en pecado por Satanás, pueda finalmente conocer la hora de su gran liberación y salvación total!

Si hacéis lo que Os decimos aquí, si cumplís todo lo que Os hemos mandado, podéis estar seguros de reflejar siempre: sin mancha, sombra u obstáculo en vuestras almas; la luz sobrenatural de Nuestros CORAZONES UNIDOS!

La luz. la lámpara. no sirve de nada si se coloca debajo de la cama. pero si se coloca en alto, sobre una lámpara. da luz e ilumina toda la casa! Así debéis ser vosotros también. Brillad con la luz de vuestra fe, de vuestro amor, de vuestra obediencia a Nuestros Mensajes, de vuestro duro, perseverante, continuo trabajo de difundir Nuestros Mensajes; para que seáis: verdaderas lámparas, que brillan en alto e iluminan todo el mundo. Para que todos viendo la luz de NUESTROS CORAZONES, que se refleja y se extiende a través de vosotros, todos entonces; puedan ser atraídos por Nuestra luz encantadora, que se enamora y se enamora de todos.

Si sois lámparas sin sombras, vuestra luz será grande y iluminaréis innumerables almas, y ellas también se transformarán en tantas otras lámparas luminosas que difundirán la luz invencible de Nuestro Amor, que finalmente triunfará en todo el mundo.

Mis hijos, ¡adelante! Otro mes ha pasado ¿y qué habéis hecho? ¿Qué habéis hecho por los planes de Nuestros TRES SAGRADOS CORAZONES? ¿Qué habéis hecho por Nuestros Mensajes? ¿Qué habéis hecho por la salvación del mundo? Ahora que se agota el tiempo, debéis dar todo de vosotros mismos, todo vuestro compromiso, por la salvación de la humanidad y por el cumplimiento de los planes de Nuestros Sagrados Corazones!

Ponedos en Nuestras Manos. como arcilla. maleable, dócil; para que Os transformemos en lo que Nos plazca!

¿Puede la arcilla decir a su modelador: -No me toques? ¿No me modeles? ¡No! De la misma manera, sed vosotros también como arcilla: dócil y maleable en Nuestras Manos, para que podamos imprimir en vosotros las formas que Nosotros mismos queremos.

Nuestros Corazones confían en vosotros y esperan grandes cosas de vosotros.

¡No retrocedáis! ¡No os debilitéis! ¡No os desaniméis! ¡No os alejéis de Nuestra llamada de amor!

Si sois Nuestros Servidores: listos, determinados y fieles; nada puede impedir que Nos sirváis y hagáis concreto, real y tangible en vuestra vida Nuestro plan de salvación y amor.

A todos ahora os bendigo con Amor, derramando sobre vosotros las Bendiciones más profundas de Mi CORAZÓN AMOROSO.

YO, JOSÉ, os dejo la paz!"