domingo, 4 de octubre de 2009

Mensaje de San José

Mis queridos hijos, Mi Corazón Amadísimo, os bendiga de nuevo hoy y os diga:

¡Paz! ¡Paz! ¡Que nada perturbe vuestra Paz! ¡No sois huérfanos! Además de tener al Padre en el cielo, a la Madre en el cielo, también me tenéis a mí, que como vuestro Padre, Padre de todos los cristianos, Padre de todos los hijos de Dios, os amo, os guardo, os bendigo!

Estoy con vosotros siempre, y sabed que cada lágrima que cae de vuestros ojos y me es ofrecida por vosotros, es depositada en el cáliz de mi Corazón Amadísimo, y presento todo esto al Padre Eterno, con vuestras lágrimas unidas a las mías, para obtener para vosotros nuevas gracias, nuevos bienes y nueva misericordia del Señor.

Mi Corazón Amadísimo es vuestro hogar! Os lo he dado, os lo he ofrecido tantas veces, pero muchos de vosotros os negáis a entrar, os negáis a refugiaros en ese refugio que he preparado para vosotros para que allí podáis estar protegidos de los ataques de Satanás, protegidos de las seducciones del mundo, y al mismo tiempo ser calentados e incendiados en el fuego del Amor Divino.

¡No demoréis más! Entrad en el refugio de Mi Corazón, pues Mi Corazón ya no puede soportar vuestra ausencia. Permanezcáis lejos de Mí y no os entreguéis completamente a Mí.

Sabed que más que vuestras perfecciones, vuestras miserias me atraen a vosotros. Porque sois inmensamente frágiles y necesitados de Mí, os amo tanto, os busco tanto, os quiero tanto.

Entregáos de todo corazón en Mis brazos y veréis cómo os llenaré de esa abundante y benevolente gracia que disfruto con la Santísima Trinidad, donde estoy en el Cielo.

El Padre Eterno os repite sin cesar, "¡Id a José!"

Sí, venid a Mí! ¡Y os llevaré al Padre!

Venid a Mí, ¡y os llevaré al Hijo!

Venid a Mí, ¡y os llevaré al Espíritu Santo!

Venid a Mí, ¡y os llevaré al Templo del Espíritu Santo, al Arca de la Santísima Trinidad, la Virgen María!

Venid a Mí, ¡y os llevaré al Cielo!

Estoy con vosotros! Estoy con vosotros! Y si estoy a vuestro favor nadie puede contra vosotros.

A todos, ahora, os bendigo generosamente".