Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 20 de diciembre de 2009
Mensaje de San José

Queridos hijos, Mi Corazón Amadísimo los bendice nuevamente ahora y les dice:
Recen más y más para que Cristo nazca en sus corazones y que Él se convierta verdaderamente en el Rey de su alma, de su vida, de sus afectos y que Él gobierne todo su ser, para la realización de Su plan de amor y también para que en su vida, la luz de Su Gracia se manifieste y alcance a todas las almas que aún están en la oscuridad del pecado, ¡para que el día de la salvación amanezca pronto también para ellos!
Esta Navidad. Mi Corazón Amadísimo desea concederles Gracias como nunca antes, pero solo puede hacerlo si preparan sus corazones perfectamente para cosechar estas Gracias.
Purifiquen su corazón estos días rezando más, haciendo pequeñas abstinencias de lo que más aman. Haciendo un pequeño sacrificio, alejándose de esas cosas que pueden manchar la pureza de su alma o que pueden hacer que su alma se seque y se enfríe en la oración, en la meditación, en la vida interior de unión con Dios.
Aléjense de esos pasatiempos y de esas personas que hacen que su alma quede árida y seca como un desierto. Y dedíquense más a la oración, al entretenimiento, a la convivencia, a la conversación con Dios, con María Inmaculada y conmigo a través de la Oración y la lectura de Nuestros Mensajes.
Prometo dar a los corazones que verdaderamente se apliquen a esta obra santa de preparación para la Navidad, grandes e ingentes influjos de gracia, para que esta Navidad Cristo nazca en ustedes y finalmente reine en ustedes y en su voluntad.
Así deben vivir preparados, no solo para la celebración de Su primer Navidad, sino también en preparación para Su segunda Navidad que pronto estará en Gloria.
¡Cristo está regresando! ¡Cristo viene por ustedes! Y aquellos corazones que no estén preparados para recibirlo no lo verán ese día, sino que más bien verán los horribles pecados que han acariciado en sus almas, y los horribles demonios del infierno que los tomarán y los llevarán con ellos a las llamas eternas!
Solo aquellas almas que estén preparadas para recibirlos en amor, en santidad, en oración, en la perfección de todas las virtudes verán a Cristo y a María Inmaculada ese día.
Por lo tanto, mis pequeños hijos, sean diligentes en preparar sus almas para la segunda Navidad del Señor que vendrá a ustedes en Gloria!
Como los habitantes de Belén, no estaban preparados para recibirlo y por lo tanto no lo vieron, ni lo reconocieron, ni lo poseyeron. Igualmente, muchos de esta generación perversa no lo verán, no lo reconocerán y no lo poseerán porque no conocieron la verdad, y no conocieron la verdad porque no la buscaron, mientras que se permitió ser encontrado por todos aquellos que la quisieron aquí, en estas Apariciones, donde la verdad, donde el Dios vivo y verdadero, se permite ser encontrado por tantos años por todos aquellos que quieren conocerlo, que quieren amarlo y que quieren entregarse a Él.
Hijitos, ¡adelante! ¡Sin temor...! No se desperdicien en el camino de su santificación por nada! Siempre renuncien a todo lo que los avergüenza. Pidan la poderosa ayuda de Mi Corazón Amadísimo, los Ángeles y Santos que ya se han ofrecido aquí para ayudarlos. Y entonces siempre avanzarán, siempre hacia el Cielo que los espera.
A todos... en este momento los bendigo con amor!"
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