domingo, 13 de mayo de 2012

Cenáculo del 95º Aniversario de las Apariciones de Fátima, Cova Da Iria, Portugal, a los Pequeños Pastores Lucía, Francisco y Jacinta.

Mensaje de Nuestra Señora y San Mena

MENSAJE DE NUESTRA SEÑORA

"-Mis queridos hijos, hoy, cuando celebran los 95 AÑOS DE MIS APARICIONES EN LA POBREZA DE IRIA DE FÁTIMA, EN PORTUGAL, EN EL AÑO DE 1917, a MIS tres pequeños hijos LÚCIA, FRANCISCO Y JACINTA, YO vengo una vez más a llamarlos: ORACIÓN, CONVERSIÓN, PENITENCIA y PAZ.

Escuchen la llamada que les di en la Cova da Iria, abran sus corazones a mi llamada maternal y sigan el camino que entonces les señalé: el retorno a Dios, el escape de las ocasiones de caer en pecado, de las seducciones del mundo, para seguir el camino del bien, el amor, la alegría y la gracia.

Escuchen mi llamada maternal que les di en la Cova da Iria, caminando cada día por el camino del desprecio del mundo y de ustedes mismos, para que puedan amar a Dios con un corazón verdaderamente puro y libre de toda esclavitud a cosas vanas y pasajeras. Para que sus corazones, entonces llenos de luz, alegría, paz y felicidad, puedan dar al mundo entero un verdadero testimonio de cuánto un corazón que verdaderamente ama al Señor, aunque sufra en esta vida, disfruta de perfecta paz, es decir, esa paz que viene de la certeza del amor de su Dios, la certeza de amar a su Dios con todo el corazón, la paz que supera todo entendimiento humano.

Escuchen la llamada maternal que les hice en la Cova da Iria, siguiendo el camino de la penitencia, buscando cada día reparar el mal que ya han cometido en el pasado a lo largo de su vida, haciendo el bien, buscando espiar sus pecados, aceptando con paz y mansedumbre de espíritu los sufrimientos que el Señor les permite para purificarse.

Y al mismo tiempo, buscando santificarse siempre y cada día más por la práctica heroica de sacrificios y esfuerzos, para ayudar en la salvación del mundo y de sus hermanos.

Escuchen la llamada maternal que les hice en la Cova da Iria en aquella ocasión, consagrándolos a mi Inmaculado Corazón y viviendo como verdaderos consagrados de Él, es decir, viviendo en mi espíritu, imitando mis virtudes, amando a Dios como yo he amado, amando al prójimo como yo misma les he dado ejemplo, y siguiendo en mis huellas de santidad y perfección, para que en realidad sean la raza de la Mujer Vestida de Sol, mi descendencia, los hijos en quienes yo me complazco y en quienes encuentro mi descanso y mis deleites.

Si viven la verdadera Consagración a Mi Inmaculado como yo les pedí en Fátima, obedeciendo Mis Mensajes y viviendo cada vez más conmigo y a través de mí, entonces pronto el mundo se convertirá, vendrá un nuevo tiempo de Paz para ustedes, donde sus ojos verán los grandes prodigios que el Señor prepara para aquellos que perseveran firmemente en Su amor en estos tiempos finales. Aquellos que no traicionan Su amor por amor del mundo, a estos, el Señor reserva una corona imperecedera de gloria, reserva cosas tan maravillosas que los mismos Santos que están en el Cielo desearían dar mil vidas para que puedan todavía ver en vida mortal lo que el Señor está preparando para ustedes pronto.

En el Triunfo de mi Inmaculado Corazón, conocerán la felicidad, conocerán la paz, conocerán la alegría, conocerán una nueva vida completamente diferente a la que ahora tienen.

Su vida será una vida trascendental, será una vida celestial, vivirán inmersos en profunda unión con Dios y en esta unión vivirán cada día de su existencia siendo uno con el Señor en el Amor. Tal vida les espera pronto, pero para alcanzarla ahora deben luchar la buena lucha, perseverar firmemente en la oración y en todo lo que les he pedido, y sobre todo deben ser valientes para sufrir las tribulaciones de esos tiempos finales que el Señor todavía les permite.

¡No teman! ¡Estoy con ustedes! ¡No están solos!

Ni una lágrima, el gemido de sus corazones escapa a mi vigilancia maternal, tengo conocimiento de todo, y para todo en su debido tiempo tendré remedio y solución para darles a Mis hijos.

¡Confíen en Mi Amor! Nunca se ha oído que una madre haya visto a su hijo sufriendo y ella se haya vuelto inerte, no haciendo nada por él. Su Madre celestial, que es mucho más santa que las madres de la tierra, nunca puede dejar de consolarles, consolarles, amarles y traerles las buenas noticias de la Victoria en el momento fijado por el Señor.

¡Adelante! Continúen orando por la conversión del mundo, Rusia y las naciones que están en gran peligro hoy con el avance de la apostasía, la violencia, el odio, el ateísmo y la rebelión contra la Ley del Señor. Porque solo una gran fuerza de oración, solo una gran barrera de oración ardiente puede detener el avance de las fuerzas de Satanás, de Mi adversario.

En el ROSARIO que rezan cada día colocan en Mis Manos una gran fuerza espiritual mística con la que salvo muchas almas, uno la fuerza de su oración a la Mía, y esta Oración regresa a la Tierra como una verdadera inundación de fuego, la inundación de Mi LLAMADA DE AMOR con la que toco y abro tantos corazones de Mis hijos pecadores cada día.

Me he ido! Nunca piensen que su oración es estéril y no produce ningún fruto. No siempre hago que su Oración regrese a ustedes, cerca de sus ojos, pero siempre la hago descender a la Tierra, como una abundante inundación de amor que transforma y salva a tantos millones de almas.

Así pues, pequeños hijos, vayan adelante con confianza siguiendo Mi voz y cumpliendo todo lo que les pido.

Aquí en este lugar de Mis Apariciones en Jacareí que es Mi última Cova da Iria, la continuación y conclusión de los Planes que comencé en FÁTIMA, YO siento que en este simple Lugar me siento más feliz que si estuviera en el palacio más rico y grande de la faz de la Tierra. Porque Aquí soy verdaderamente amada, soy verdaderamente servida, soy verdaderamente obedecida por tantos de Mis hijos que en el silencio y la ocultación de su vida diaria: Me aman, Me sirven y cumplen todo lo que les he dicho. A estos Mis hijos y especialmente a ti Marcos, el más dedicado y trabajador de Mis hijos, de Mis pequeños hijos en este momento bendigo generosamente LOURDES. de FÁTIMA. y JACAREÍ.

MARCOS: "-Bea princesa del Cielo ¿quién eres tú?"(Pausa)

MENSAJE DE SANTA MENA

"Queridos Hermanos, YO, MENA, sierva del Señor, sierva de María Santísima, vengo hoy a darles Mi primer Mensaje, a darles Paz y a cubrirlos con Mi manto de Amor!

Den sus corazones a la Santa Virgen, con amor, generosidad y perseverancia cada día, buscando cada vez más resistir su voluntad corrupta y rebelde, negándole todo lo que quiere y dando su sí, su amor a la DAMA DE FÁTIMA, a la MUJER VESTIDA DE SOL, a la DAMA DE LA PAZ, su corazón, toda su vida para que todo pueda servir para los Planes de Salvación que Ella ha hecho para toda la humanidad y puedan estar en las manos de la Bienaventurada Virgen una herramienta hábil, efectiva y siempre lista que Ella pueda usar para cumplir Sus Obras de Gracia en medio de Sus hijos.

Den su corazón a la Madre de Dios, a la Dama de Fátima, tratando cada día no solo de hacer lo que agrada más a Dios, sino también de hacer todo lo que puedan con sus fuerzas por el Señor, por la Madre de Dios, por la salvación de las almas, para que entonces su vida pueda ser verdaderamente un himno vibrante de amor por el Señor y por Ella. Y las almas escuchando este himno de amor en sus vidas, es decir, viendo el amor de Dios, la presencia, la gracia del Señor y de la Dama en sus vidas y en sus almas, también quieran seguir como ustedes en el camino del amor, en el camino de la gracia, en el camino de la santidad.

Den sus corazones a la Madre de Dios, buscando siempre amarla más con todas las fuerzas de su corazón, sin temor de amarla demasiado, porque nunca la amarán más de lo que Jesús la amó. Sigan el ejemplo del Maestro que fue sumiso y dócil a Ella durante treinta años, y ustedes también obedézcanla, porque así seguirán el camino del amor perfecto, de la gracia, de la salvación, y Cristo crecerá en ustedes cada día hasta alcanzar la plenitud.

YO, MENA, estaré a su lado para ayudarles. ¡No teman! Porque la santidad no es un camino tan imposible como tantos piensan. La santidad es solo difícil para aquellos que se niegan a separarse de sí mismos y del mundo. Pero para aquellos que ya se han separado, que han dado el primer paso, fundamental, primordial, la santidad se vuelve ligera, se vuelve dulce, se vuelve una verdadera vida de alegría cada día.

Estaré con ustedes para ayudarles a crecer en la santidad, a perseverar en el amor de Dios y de la Santa Virgen, porque el Castigo está muy cerca, la Advertencia está a la puerta y ahora ya no pueden retroceder más porque ya están a pocos pasos de la gran renovación del mundo, de recibir el gran premio que el Señor y la Madre de Dios han reservado para todos aquellos que le han seguido a lo largo del camino de la vida, el camino de la oración, el amor y la pureza hasta ahora.

Manténganse firmes, porque el enemigo quiere derribar a los siervos de Dios ahora en los últimos metros, en los últimos tramos del gran viaje. No permitan que Satanás los derribe, para hacerlo siempre recurran a la oración, la meditación, el silencio, la reflexión, la unión con Dios. Recurso a Nosotros los Santos y Ángeles que pueden y quieren ayudarles mucho.

También traten de cultivar en sus almas las virtudes cristianas: bondad, generosidad, verdad, sinceridad, humildad, obediencia al Señor, prontitud en Su servicio para que cada vez más en sus almas las virtudes se vuelvan más agradables a Dios, a la Madre de Dios y les alcancen el premio, la corona de la vida eterna que el Señor y la Madre de Dios les prometieron. Siguiendo el camino de las virtudes tendrán garantizada la corona de gloria para ustedes mismos.

Esta corona está reservada para ustedes. ¡Vengan hermanos! Corran a encontrarse con el Señor y la Madre de Dios que vienen a ustedes a dar paz a todo el mundo! Denles sus corazones y vayan cada vez más en la Paz del Señor.

YO, MENA, ahora extiendo sobre ustedes Mi Manto de Amor y los cubro cada vez más con las bendiciones del Señor".

"MARCOS: "- ¡Pronto! ¡Nos vemos pronto querida Santa Mena!"