domingo, 24 de febrero de 2013

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, hoy vengo de nuevo a invitarlos al amor verdadero. Dejen que el Amor more en su corazón. El Amor es JESÚS, dejen que entre en su corazón y haga de él su morada.

Dejen que el Amor more en su corazón, echando fuera todo lo que se opone a Jesús, todo lo que toma el lugar de mi Hijo Jesús en sus corazones, para que realmente en ustedes haya lugar para que mi Hijo entre, more y junto con su Santo Espíritu actúe en ustedes, transformándolos de grandes pecadores en santos, de pantanos de pecado en jardines de gracia y belleza, transformándolos de una noche espesa y oscura en un día claro e iluminado, brillante como el sol del mediodía, para que entonces su vida se convierta en un reflejo vivo de Jesús y todo el mundo conozca el amor de Mi Hijo, vea Su poder y Su gloria manifestados en ustedes, en su persona y en su santidad.

Dejen que el Amor more en sus corazones, respondiendo sí a Su llamada eterna, colaborando con Él y permitiéndole transformarlos verdaderamente, llenarlos con Su gracia, llenarse de los dones de Su Santo Espíritu, para que su alma verdaderamente transformada en un horno ardiente de amor, pueda encender el fuego del amor por Jesús en todo el mundo, derretir el hielo de ingratitud, indiferencia y pecado mortal que cubre tantos corazones y tantas almas, transformándolos verdaderamente en otros hornos de amor como ustedes.

Estoy con ustedes Mis hijos y sé lo que pasa dentro de sus corazones, sé cuánto pecado aún domina sus almas y cuánto aún son esclavos del pecado y de su propio yo. Por eso los llamo en este tiempo de conversión, a renunciar verdaderamente a todo lo que los esclaviza para que finalmente el Plan de Dios se cumpla en su vida mientras aún haya tiempo para ello, porque les digo: Los signos de los tiempos están sucediendo ante sus ojos, los signos que les indican que la hora del gran Castigo está cerca y que el tiempo para su conversión está casi terminado. Así que no pierdan el tiempo, lo que tienen que hacer HOY, mientras el sol brilla, porque las nubes ya se están levantando en el horizonte y pronto será grande la oscuridad que envolverá toda la tierra y nadie más tendrá luz para trabajar con ella.

Antes de que oscurezca he venido a iluminar el camino para ustedes y a mostrarles el camino verdadero que deben seguir. Corran rápidamente ahora por él, antes de que caiga la noche, porque les digo Mis hijos: Mientras sea de día pueden encontrarme en Mis apariciones, cuando caiga la noche ya no podrán encontrarme, ni oír Mi voz.

¡Conviértanse sin demora! Pongan en práctica finalmente todos los Mensajes que les he dado, obedezcan todo lo que les he dicho durante este tiempo, sigan el ejemplo de mi pequeña hija ANGELA DE CASANOVA STAFFORA, obedézcanme con un cien por ciento de totalidad y perfección y no escuchen ni obedezcan a aquellos que no me obedecen y son contrarios a Mis Mensajes. De esta manera podré guiarlos con seguridad por el camino del amor perfecto, de la santidad, para que en el momento de la Ira de Dios pueda tenerlos a todos bajo Mi Manto a salvo conmigo y así guiarlos al nuevo Cielo y Tierra que se están acercando a ustedes.

Protegeré solo a aquellos que han obedecido Mis Mensajes con verdadero amor y tienen Mi Signo marcado en sus almas. Por lo tanto, obedezcan Mis Mensajes para que pueda grabar Mi Signo en ustedes, que es el signo de Jesús de que verdaderamente son hijos del Altísimo, miembros de Su cuerpo, Su verdadera familia, y así pueda introducirlos al Banquete que Mi Hijo dará a todos aquellos que en este tiempo de gran tribulación sean fieles a Él hasta el final.

A todos, en este momento bendigo amorosamente este Lugar que es Mi Escuela de Santidad, donde formo a Mis hijos en verdadero amor con Dios, en verdadera fidelidad y obediencia a Él. Y especialmente los bendigo a ti, Marcos, el más trabajador, desinteresado y auto-perdonador de Mis hijos, que siempre ha pensado más en Mí que en sí mismo y siempre ha puesto Mi bien antes que el suyo.

A ti, te bendigo generosamente en este momento, desde LOURDES, desde BONATE y desde JACAREÍ. Paz Mis amados hijos, Paz a ti Marcos".

(MARCOS): "- Sí. Nos vemos pronto!"