martes, 3 de julio de 2007

Martes, 3 de julio de 2007

(Éxito - cómo lo mide Dios vs. el hombre; avaricia y orgullo - humildad y abnegación en cambio)

En la Adoración de San Teodoro pude ver una vitrina con muchos primeros lugares en deportes. Jesús dijo: “Mi gente, me resulta interesante ver lo que más valora el hombre en este mundo. Algunas personas se esfuerzan por obtener la mayor cantidad de trofeos deportivos posible, pensando que la fama en tales logros es su objetivo en la vida. Otros buscan tantas patentes como pueden para presumir sus conocimientos y habilidades. Otros buscan hacerse ricos en acciones o propiedades, pensando que el éxito está en la cantidad de riqueza que puedes acumular. Sin embargo, el éxito en las cosas mundanas no te dará el cielo. De hecho, renunciar a la riqueza de tu vida en total fe es más deseable para ganar el cielo. Yo mido el éxito en cuánto puedes amarme y amar a tu prójimo. Salvar almas, hacer buenas obras, donar a organizaciones benéficas y la oración diaria son mucho más valiosas que cualquier dinero que hayas adquirido. Tu tesoro en el cielo significará más para tu alma cuando mueras, porque no puedes llevarte tu dinero ni tus posesiones contigo. Cuando tu alma abandona tu cuerpo, estás espiritualmente desnudo con solo las buenas obras que hiciste en tus manos. Vive tu vida en total compromiso conmigo, y serás guiado por el camino correcto hacia el cielo. Olvídate de la fama y el dinero, porque no existen en el cielo.”