jueves, 20 de marzo de 2008

Jueves, 20 de marzo de 2008

(Jueves Santo)

Jesús dijo: “Mi gente, cuando fui a lavar los pies de San Pedro, al principio se negó. Entonces le dije que a menos que yo lavara sus pies, él no podría tener parte en Mi herencia. Esto cambió la opinión de San Pedro, y quiso que yo lavara también su cabeza y sus manos. Este lavado de los pies de Mis apóstoles fue un ejemplo para ellos de cómo necesitaban ser Mis servidores en ayudar a los demás. Este lavado de los pies también fue simbólico de purificar el cuerpo de su alma pecaminosa en el interior que sanará tu vida espiritual. Pero de tu propia voluntad debes buscar Mi perdón para poder liberarte de tus ataduras del pecado, y recibir Mis abundantes gracias. Yo asumí todo el pecado de la humanidad y fui ofrecido como ofrenda por el pecado a Mi Padre celestial. Soy el sacrificio más digno que Él aceptó como pago por el precio de tus pecados. Así fue como la humanidad fue restaurada con su herencia en Mi Reino. Incluso el buen ladrón Me pidió que me acordara de él cuando entrara en Mi Reino. Le prometí ese día que estaría conmigo en el paraíso. (Lucas 23:43) Todos ustedes también pueden estar conmigo en el cielo, si se arrepienten de sus pecados y Me aceptan como Maestro de sus vidas.”