sábado, 24 de mayo de 2008

Sábado, 24 de mayo de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, los invito a ser abiertos, inocentes y amorosos como los niños pequeños aman a sus padres. Incluso les dije a la gente de Mi época que a menos que tengan la fe de los niños pequeños, no podrían entrar en el reino de los cielos. Esta lección de completa confianza en Mí y un deseo de que amen a todos es el mismo llamado que hago a todos hoy en día. En la visión les estoy mostrando cómo en este mundo están permitiendo divisiones en sus familias y entre sus naciones. Es el maligno quien está plantando estas semillas de odio y discordia. Mi Palabra de amor los invita a amar a todos, no solo a sus amigos, sino incluso a aquellos que no les gustan, o que son sus enemigos. Todos ustedes son Mis hijos y los amo a todos por igual. Si van a ser perfectos como Mi Padre celestial es perfecto, entonces ustedes también deben amar a todas las personas incondicionalmente. Este es el amor de un niño que no conoce el miedo, y es un amor confiado al seguir Mi Palabra. Así que cuando aman incluso a los pobres, o a aquellos que tienen una religión diferente, o incluso a aquellos en prisión, están mostrando su creencia en un amor verdaderamente cristiano. No hagan divisiones en su familia, sino actúen como pacificadores para unir a las personas en el amor. Si realmente creyeran en este amor infantil, no habría divorcios, ni enemigos, ni guerras.”

(Cuerpo y Sangre de Jesús) Jesús dijo: “Mi gente, esta visión de lavarse las manos como lo hace el sacerdote en la Misa representa la necesidad de confesar sus pecados mortales antes de recibirme en la Sagrada Comunión. Cuando reciben Mi Eucaristía, a veces sienten un hormigueo y una sensación de paz y amor al recibir Mi Real Presencia. Esto es solo un pequeño sabor del cielo cuando estarán en total éxtasis en Mi paz y amor a medida que experimentarán Mi visión beatífica. Oren para que todos los católicos lleguen a conocerme y Me den reverencia entendiendo Mi Real Presencia en Mi Hostia consagrada. Recuerden cómo a los israelitas en el Éxodo se les dio Mi maná gratuitamente. Multipliqué el pan y el pescado para los cuatro mil y los cinco mil. Aún más compartí Mi Cuerpo y Sangre con Mis apóstoles. Continúen compartiendo en Mi Real Presencia y denme reverencia cada vez que Me reciban en la Sagrada Comunión o Me visiten en la Adoración.”