miércoles, 5 de agosto de 2009

Miércoles, 5 de agosto de 2009

(Dedicación de la Basílica Mayor de María)

Jesús dijo: “Mi gente, después de que algunos del pueblo de Moisés exploraron la Tierra Prometida, sintieron miedo de los habitantes que parecían gigantes. Debido a este miedo, no querían seguir la guía de Dios hacia la Tierra Prometida. Por su falta de fe en Mi poder, los israelitas fueron castigados durante cuarenta años en el desierto por sus cuarenta días de exploración. Esta es la respuesta opuesta a la de la mujer extranjera en el Evangelio. Por su fe en Mi poder, curé a su hija que estaba poseída por un demonio. Ves el contraste entre las personas que tienen fe en Mí y las que no la tienen. No pude realizar milagros en Mi ciudad natal debido a su falta de fe en Mí también. Esto es cierto para todos, ya que debes tener fe en Mí para que Yo te use para la misión que he planeado para tu vida. Si sigues tu propia voluntad en lugar de seguir Mi Voluntad, entonces sin fe no puedo usarte para tu misión. Es la apertura de tu corazón lo que se requiere para que Mis milagros funcionen a través de ti. Sígueme, por lo tanto, tal como pedí a Mis discípulos que Me siguieran con fe.”

Jesús dijo: “Mi gente, durante la tribulación, los malvados capturarán a algunos de los fieles Míos, y usarán la ejecución pública para tratar de obligar a la gente a obedecerlos. Algunos serán asesinados con la Guillotina para dar un ejemplo de lo que sucede con aquellos que desobedecen al Anticristo. Estas valientes almas preferirían dar su vida a negar su fe. Aquellos que no sean capturados encontrarán su camino a Mis refugios porque confiarán en Mí para que cuide de ellos. Sabed que, una vez que veas al Anticristo llegar al poder, pronto vendré a derrotar a los malvados. Esta es Mi promesa de que todo mal será derrotado, y Mi Reino reinará en toda la tierra.”