miércoles, 30 de septiembre de 2009

Miércoles, 30 de septiembre de 2009

(San Jerónimo)

Jesús dijo: “Mi gente, muchos de sus antiguos soportes tradicionales, estatuas, iconos y grandes crucifijos están siendo guardados en áticos y cuartos traseros. Algunas personas, que atesoran estas cosas, han ido a iglesias cerradas para salvar estas cosas de ser tiradas. Hay lecturas del Antiguo Testamento donde los conquistadores de los judíos abusaron del uso de vasos sagrados y fueron asesinados como castigo. Algunas de sus iglesias modernas están desprovistas de cualquier crucifijo o estatua, y han colocado Mis tabernáculos en cuartos traseros. ¿Por qué se avergüenzan de tenerme a la vista, o por qué no ponen estatuas Mías y de los santos en el altar para recordar a la gente sobre nosotros? Hay un movimiento en Mi Iglesia para minimizar la importancia de Mi Eucaristía y negar Mi Presencia Real en la Hostia. Debido a que Mi Presencia Real no se proclama en el púlpito, muchos no creen que estoy presente Cuerpo y Sangre en Mis Hostias consagradas. Incluso si alguien no cree, sigo estando presente allí de todos modos. Mis leyes y Mis Palabras no pasarán, incluso si esta tierra pasará. Que su fe sea fuerte, y no dejen que los elementos del modernismo en Mi Iglesia los engañen.”

Jesús dijo: “Mi gente, les advertí que podrían ver otro gran terremoto en el fondo del océano seguido de un tsunami. (21-01-09) Este terremoto en el Pacífico fue más pequeño, y la ola de tsunami también fue más pequeña, pero aún hubo muertes por inundaciones y daños por el agua. También hubo otro gran terremoto en Indonesia solo un día después del primero. Los terremotos en tierra pueden matar personas también, pero los terremotos bajo el agua tienen la amenaza adicional de olas de tsunami. Estas intensidades y frecuencias aumentadas de terremotos son todas señales del fin de los tiempos que se avecinan sobre ustedes en esta era. Así como el mal empeora al acercarse al tiempo de la tribulación, así también se necesita Mi protección para luchar contra las pruebas de los malvados. Oren por las víctimas de estos terremotos y protéjalas de cualquier saqueo.”