sábado, 9 de abril de 2011

Sábado, 9 de abril de 2011

Sábado, 9 de abril de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, han leído sobre Jeremías, el profeta, y cómo él y los profetas sufrieron persecución por proclamar Mi Palabra. Muchos de Mis profetas han sufrido el martirio por su fe en Mí. En el Evangelio incluso les describí lo que se espera de Mis profetas. Cuando llamo a Mis profetas, están siendo agraciados con la oportunidad de compartir Mi Palabra para ese tiempo. Deben estar dispuestos a decir ‘sí’ a Mi misión y no mirar atrás, sino seguir Mi liderazgo. También necesitan recurrir a Mi gracia para tener el coraje de ir donde Yo los llamo para compartir Mi mensaje. Mi Palabra es un mensaje espiritual y no siempre es del agrado del cuerpo, pero es para el mejoramiento de las almas. Algunos pueden querer rechazar Mi mensaje, y como consecuencia incluso pueden querer rechazar a Mis profetas. Mis profetas están llamados a soportar cualquier rechazo e incluso a estar dispuestos a morir por difundir Mi Palabra. Hijo Mío, te he llamado a esta misión de preparar a la gente para los últimos tiempos. No debes suavizar el mensaje para que sea mejor recibido, e incluso te pedí que continúes hasta que ya no pudieras moverte. Has sido fiel a Mí durante estos muchos años y estoy agradecido por tus esfuerzos. Ahora, entrarás en los comienzos de la próxima tribulación. Sabes que los malvados vendrán a tener más poder y esto planteará una amenaza para Mis profetas y Mis fieles. Debes ser firme con Mi mensaje, incluso si puede poner en peligro tu vida. Tu recompensa te espera en el cielo. Llamo a todos Mis fieles a ser sacerdotes, profetas y reyes por virtud de tu Bautismo. Así que todos ustedes están llamados a evangelizar almas a la fe y ayudarlos a evitar el infierno. Da alabanza y gloria a Mí por enviar a Mis profetas con Mis advertencias para este tiempo.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta visión sobre una prisión se trata de dos prisioneros. El primer prisionero soy Yo en todos los tabernáculos de todo el mundo. Donde hay Adoración perpetua, es una alegría para Mí dar gracias a aquellos que hacen su hora asignada para darme alabanza y honor. Tu Santo Salvador espera saludar a todos los que vienen a visitarme, incluso si es solo por diez minutos. Es triste cuando estoy solo noche tras noche y nadie viene a verme. Es en esos momentos que me siento como un prisionero ignorado. El segundo prisionero es tu alma que está atrapada en este cuerpo físico que te he dado. El alma puede estar constantemente atormentada por los deseos del cuerpo y las muchas tentaciones del malvado. El alma es todo amor, pero a veces es difícil para el alma tener control sobre el cuerpo. El mejor medio para que el alma controle el cuerpo es a través de la oración y el ayuno. Es cuando el cuerpo está en control a través del pecado que el alma se siente como un prisionero sin poder expresarse. El alma necesita dirigir el cuerpo por el camino al cielo sin permitir que las cosas del mundo controlen el cuerpo como con las adicciones. Al mantenerme como el centro de tu vida, entonces puedes mantener a toda la persona en el camino correcto hacia el cielo.”