miércoles, 25 de julio de 2012

Miércoles, 25 de julio de 2012

Miércoles, 25 de julio de 2012: (Santiago)

Jesús dijo: “Mi gente, rezo para que cada alma desee estar Conmigo en el cielo, para que cada alma pueda sentirse abrumada por Mi amor y paz. Es suficiente para cada pecador arrepentirse de sus pecados, y Yo los pondré en el lugar que les he preparado en el cielo. Les pido a cada una de Mis almas fieles que se esfuercen por los niveles más altos del cielo porque esto requiere un amor más profundo, y un compromiso personal para salvar almas. No tengan ningún orgullo espiritual de ser mejores que nadie, porque todos son iguales a Mis ojos. Cada uno de ustedes ha recibido diferentes talentos para lograr la misión que he planeado para ustedes. Para cumplir su misión, necesitan entregar su libre albedrío a Mí para que puedan vivir en Mi Divina Voluntad. Así como Yo vine a servir y no a ser servido, así llamo a Mis discípulos a servir a la gente en la evangelización de las almas. Recuerden su entrenamiento anterior de que ustedes están colocados en esta tierra para conocer, amar y servirme con todo su corazón, toda su alma y toda su mente. Vivan esta vida en Mi amor, y Me permitirán guiarlos a su lugar en el cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, muchas veces he rezado por la gente no solo para sanar sus problemas físicos, sino que también deseaba sanar las almas de la gente también. Han notado en muchas de Mis curaciones que fue la fe en Mis dones de sanación lo que sanó a la gente. En Mi propia ciudad natal no pude sanar a más de dos personas debido a su falta de fe en Mis dones de sanación. Así que cuando les pidan que oren por alguien, traten de reunir una idea si creen en Dios. Si alguien tiene alguna adicción, oren para atar cualquier espíritu maligno de estas adicciones a los pies de Mi cruz en Mi Nombre, Jesús. Oren la oración de San Miguel por esa persona como una oración de exorcismo. Una vez que su fe esté abierta a Mí, entonces Mi gracia y la del Espíritu Santo pueden trabajar para sanar sus dolencias físicas. Cuando la gente sea testigo de cualquier curación a través de sus oraciones y Mi gracia, asegúrense de dar gracias por Mi intercesión y sanación. Toda curación viene de Mí y del Espíritu Santo, así que asegúrense de darnos el crédito sin afirmar que ustedes hicieron la curación por sí solos. Les he dicho que verán más curaciones a través de Mis profetas y mensajeros a medida que entren en los últimos tiempos. De nuevo, estén agradecidos por cada milagro que vean, porque estos son regalos de Dios. También, cuando oren por la gente, asegúrense de orar por sus almas y sus cuerpos también.”

Santa Ana dijo: “Mis queridos hijos, soy la abuela de Jesús, y la Santísima Virgen María es mi hija. Ustedes son abuelos ustedes mismos, y saben lo alegre que es tener nietos. Crié a María con nuestras tradiciones judías, y estas fueron las mismas enseñanzas que María le enseñó a Jesús. Mi esposo, San Joaquín, y yo sabíamos de las enseñanzas del Mesías venidero. Pero no nos dimos cuenta de que yo daría a luz a la Madre de Dios. María era sin pecado, y no tenía pecado original en Su Inmaculada Concepción. Como pueden ver por las muchas muletas en la iglesia principal, he sido una intercesora de oración y una intercesora de milagros de sanación. Así como oran a la Santísima Madre por peticiones de oración, también pueden llamarme también para interceder por sus solicitudes que se dan a Jesús. Los amo mucho a todos, y estoy feliz de que su grupo pudiera venir a mi Santuario para celebrar mi novena y mi día festivo.”