lunes, 22 de octubre de 2012

Lunes, 22 de octubre de 2012

Lunes, 22 de octubre de 2012:

Jesús dijo: “Mi gente, este símbolo de un tren que pasa a toda velocidad representa cuando yo vengo a llevar cada alma a casa en la muerte. Ustedes no saben cuándo les quitarán la vida porque les parecerá un ladrón en la noche. Así que mantengan su alma pura con la Confesión frecuente para que siempre estén listos para mí en su juicio. Hay algunas personas como en el Evangelio que acumulan riqueza, y piensan que tendrán una jubilación larga para disfrutar su dinero. Pero ninguno de ustedes puede prometer que estará vivo mañana. Así que tomen cada día como un regalo, y vívanlo como el último para aprovechar al máximo el tiempo que les ha sido asignado. Tengan su testamento y sus finanzas en orden porque no saben cuánto tiempo más vivirán. Mientras estén aquí en la tierra, podrían tratar de hacer tantos actos buenos por su prójimo como puedan. En su juicio yo les preguntaré si alimentaron a los hambrientos, dieron agua a los sedientos, vistieron a la gente, o visitaron a los enfermos, ancianos, y a los encarcelados. Si han hecho estas cosas, entonces los pondré en el camino al cielo. Si fueron egoístas y no hicieron estas cosas, entonces pueden encontrar más difícil entrar al cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, los siete nuevos santos ya eran santos en el cielo, pero Mi Iglesia reconoce a los santos usualmente con tres milagros atribuidos a ellos después de su muerte. Esta ceremonia ayer fue especial para Kateri Tekakwitha y Marianne Cope porque eran del Estado de Nueva York. Muchas personas están involucradas en luchar para que la Iglesia honre a alguien con la santidad. La documentación de los milagros necesarios es crucial en esa decisión. Así que una vez que estas personas se convierten en santos, es un testimonio del santo y del arduo trabajo necesario para la causa de obtener la santidad. Les pido a todos Mis fieles que se esfuercen por ser santos porque solo las personas santas pueden entrar al cielo. Cada vez que las almas entran al cielo, reciben una corona de santidad. Por eso llamo a la gente a ser perfectos para que no sufran mucho en el purgatorio hasta que sean liberados del purgatorio al cielo. Una corona de santidad está esperando a cada alma fiel en el cielo.”