viernes, 29 de marzo de 2013

- 3er Mensaje de Viernes Santo

- Mensaje Nº 80 -

Regocíjate en las cosas bellas, pero no permitas que te gobiernen, hijo mío. Querido hijo mío. Es una gran lástima que estén tan confundidos e inquietos en su tiempo actual. Tienen tantas cosas para elegir, pero en lugar de ser felices, eso los hace aún más insatisfechos y confusos. Realmente ya no pueden concentrarse en nada, tan grandes, tan confusas son las influencias externas, la sobreabundancia de su mundo hoy, que - en lugar de traerles alivio - les causa daño.

Aquellos que tienen poco a menudo viven más felices que aquellos de ustedes que pueden sacar provecho del exceso. Quien vive aislado suele ser más feliz en la naturaleza y con lo poco que tiene - poco a los ojos de los hijos de la ciudad, porque allí es donde el exceso es mayor. Pero ustedes introducen muchas "tentaciones" en su casa a través de la televisión, Internet y los periódicos. Por lo tanto, quien no tiene todo esto, no conoce todo esto, no lo echa de menos, porque no es nada necesario para la vida. Puedes disfrutar de las cosas bellas, pero no permitas que determinen tu vida. Más bien, distánciate de esta seducción del consumo, porque no te traerá alegría verdadera.

Una persona feliz necesita poco para su vida, es frugal y disfruta de lo que tiene. Una persona llena de Dios es autosuficiente, porque confía en Dios y saca provecho de Sus riquezas. Está lleno de amor y felicidad, el contentamiento se refleja en él y en su vida. Conoce el mundo, pero no lo necesita, y sin embargo puede vivir en él con gran alegría y confianza.

Hijos míos, el amor por Mi Hijo les dará esta plenitud. Si confían en Él, en su Jesús, realmente confían profundamente, sentirán cada vez más cómo esta plenitud toma lugar en ustedes. Este es un hermoso proceso, y los hace felices. Los "adornos" cotidianos se volverán menos importantes, porque están (ahora) consolidados en Jesús, Mi Hijo.

Vivir una vida así es vivir una vida en plenitud de las riquezas de Dios. No hay nada más "descansado" que eso para ustedes. Ningún día de spa, ninguna vacación de aventura o cualquier otra cosa que se les ocurra como un "programa recreativo" puede darles lo que Mi Hijo tiene reservado para ustedes.

Hijos míos, ¡pruébenlo! ¡Vengan a Él! ¡Déjense caer en Él! ¡Vivan su vida conectados con Él! Se convertirán en personas felices y realizadas, y su vida tendrá un nuevo significado.

Hijos míos. Queridos hijos míos. Jesús los está esperando. Abran sus corazones a Él y conozcan el amor que Él está listo para dar a cada uno de ustedes.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.