Mensajes de diversas orígenes
domingo, 25 de febrero de 2024
¡Únete a todos los que aman de verdad a Mi Hijo!
Mensaje de Nuestra Señora Reina a Gisella Cardia en Trevignano Romano, Italia, el 24 de febrero de 2024
Hijos míos, gracias por estar aquí en oración y por doblar vuestras rodillas.
Hijos míos, ¡siempre estoy a vuestro lado! Pero recordad lo que os digo: «¡Satanás, está exhalando su espíritu maligno por todo el mundo, trayendo enemistad y odio entre hermanos y hermanas y mucha confusión!».
Te pido, para combatir todo esto: «¡Únete a todos los que aman de verdad a Mi Hijo! En Mi ejército, rezad juntos. No caigáis en la trampa de la división, sino estad en Paz y Amor entre vosotros».
Hijos míos, seguid siempre la Verdadera Doctrina de la Fe, incluso cuando todo parezca precipitarse a causa de fuertes cambios.
Ahora os dejo con Mi bendición maternal. En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Llevad la paz a vuestros hogares!
Breve reflexión
La Madre de Dios, como siempre nos acompaña y está «siempre a nuestro lado» en el camino de nuestra vida. Ella nos estimula y nos advierte que no caigamos «en la trampa de la división» que en este último tiempo se extiende por todas partes, a causa de Satanás, que sigue emanando «su espíritu maligno» para procurar entre los hijos de Dios «enemistad y odio», que no hacen sino crear tanta «confusión» entre los creyentes y también en la Iglesia.
Por eso Ella nos invita a hacer un acto de valentía: unirnos todos, a ese «su ejército» que ama a Su Hijo Jesús, para combatir el buen combate de la Fe, como repetía San Pablo.
Aunque estamos seguros de que «las puertas del infierno, nunca prevalecerán», no podemos olvidar la advertencia del gran Papa Pablo Vi, que ya hace 50 años, tuvo que decir, «el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia». Por estas razones, Nuestra Señora nos pide que estemos unidos «en la Paz y en el Amor», para contrarrestar aquellos cambios, que podrían socavar «la Verdadera Doctrina de la Fe» a la que debemos sentirnos apegados. Por tanto, sólo con las armas de la oración, y especialmente con el rezo del Santo Rosario, podremos «contrarrestar» a los adversarios de Dios, que serán aplastados como la serpiente en el momento oportuno, bajo el pie de María Santísima.
Por último, no nos olvidemos de rezar por la paz en nuestras familias, porque es a partir de ahí como empezamos también a construir la paz para el mundo entero.
Origen: ➥ lareginadelrosario.org
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