Mensajes de diversas orígenes

 

viernes, 30 de mayo de 2025

Sois Mis Hijos Amados, y Nuestro Amor Mutuo Superará Todo Obstáculo

Mensaje de Nuestro Señor y Dios Jesucristo a la Hermana Beghe en Bélgica el 27 de mayo de 2025

 

El amor es la personalidad de Dios,

Mis queridos hijos,

Mis pequeños, Mis amados,

Yo soy vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Hermano y vuestro mayor Amigo.

La amistad está hecha de respeto, porque todo hombre que ama a su amigo no lo trata a la ligera -¡no!-, lo respeta, le desea lo mejor y le da el primer lugar.

Así es como tu Padre Celestial te acoge en Su Cielo: te abre los brazos y te coloca a Su derecha.

Al ser infinito, Dios puede dar lo mejor y el primer lugar a cada uno de Sus amados hijos, igual que hace con Su Hijo Primogénito.

Os hace partícipes de Su divinidad, pues sois Sus hijos adoptivos, a los que da todo lo que Él es, igual que a Su Primogénito.

La Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, es una criatura -y los hijos adoptivos de Dios son también todos criaturas- y, sin embargo, Dios les hace partícipes, mediante la adopción, de lo que Él es.

Así como un hijo recibe de su padre, como herencia, todo lo que tiene, todo lo que es y todo lo que tiene la misión de transmitir a su vez, así también el Hijo -Dios mismo- y los hijos adoptivos, deseados así por Dios, reciben de Él todo lo que son, por toda la Eternidad.

Así pues, hijos Míos, conscientes de lo que os espera en la Eternidad, aprovechad el tiempo que se os da en la Tierra para crecer, para prepararos para ese tiempo de santidad perfecta que viviréis en el Cielo con vuestro Padre y todos vuestros hermanos y hermanas en Él por toda la Eternidad.

Tendréis el Conocimiento de Dios, la Inteligencia divina, la Sensibilidad divina, el Amor divino, el Conocimiento divino y todos los dones del Espíritu Santo de forma plena y perfecta. Y, sin embargo, todos seréis diferentes entre vosotros, aunque seréis perfectos y divinos.

Dios, Mi Padre del Cielo, en la Primera Persona de la Santísima Trinidad, posee la cualidad paternal desarrollada de forma totalmente divina, y vosotros, Mis amados hijos, podéis correr hacia Él con todas vuestras preocupaciones, todas vuestras dificultades, todas vuestras dudas.

Si tenéis fe y os confiáis verdaderamente a Su Amor paternal, experimentaréis Su verdadera solicitud, Su cooperación real en vuestras obras y Su verdadero estímulo para no ceder ante las dificultades.

Pero debes rezar. También debes ser un buen hijo o hija. Debes tener confianza y someterte a Su vasto conocimiento, a Su inmensa experiencia y a Su incomparable competencia.

Debes rezar con humildad; debes tomarte el tiempo necesario para ponerte bajo Su Voluntad. Él es el Señor del tiempo y del espacio. No tengáis miedo de dejar que Él tome las riendas de vuestra vida.

Esto implica tiempos de oración, meditación y transportes de amor. Sí, la oración es un tiempo de intercambio entre Dios Padre y tú, entre tu Padre y tú, Su hijo o Su hija, entre tú y tu Hermano, ofrecido por ti en la Cruz, y el gran reconocimiento que debes tener por este Sacrificio supremo.

Hijos míos, todos vosotros encontraréis la cruz en vuestro camino terrenal. No la temáis, sino aceptadla como Yo acepté la Mía.

No os rebeléis, no huyáis, no la aceptéis a regañadientes, pues ahí radica toda la diferencia: una cruz rechazada no se aleja necesariamente, pero una cruz aceptada os abre el Cielo.

¿Por qué?

Porque el diablo es el señor de la tierra: es él quien crea todas las dificultades del camino, es él quien planta defectos y vicios en el corazón de los hombres, son los demonios quienes crean el desorden, la tiranía y el drama.

Permití que fuera así porque creé al hombre libre y no le privaré de la libertad que inscribí en su ser.

No podría amar si no fuera libre de amar, y deseo tanto hacerle conocer y compartir Mi Amor. El Amor es la personalidad de Dios, de Dios Espíritu Santo. Sin Amor, no habría don. Sin Amor, no habría creación, ni mundo, ni universo, ni hombre con su atracción inalienable por el amor.

Todo ser humano necesita amor para vivir. Un hombre sin amor está triste, solo y sin futuro.

Hijos míos, ésta es una llamada a la unión con Dios mediante la oración, la verdadera oración, la que procede del hombre pequeño hacia su Dios, arrodillado y lleno de humildad ante su total incapacidad ante la grandeza de su Padre Celestial.

No es nada y, sin embargo, a los ojos de su Padre del Cielo, lo es todo. Fue creado para amar a Dios y recibir a cambio Su Amor.

Dios le da todo: todo lo que Él es, e incluso Su propio Amor para que el hombre pueda amarle.

En este Amor mutuo, Dios es feliz y el hombre también aprende a ser feliz en esta relación única, excelsa y extraordinaria.

Ámame porque Yo te amo. Ámame porque te he creado. Ámame porque te he salvado del abrazo húmedo y pestilente del demonio. Amadme porque os he destinado a Mi Cielo.

Llegará un tiempo, hijos Míos, y está más cerca de lo que imagináis, en que el Amor de Dios será vuestro refugio, vuestra oración será vuestro consuelo, vuestra confianza en Él será vuestro alivio.

Esos días están cerca. La tierra y todo lo que lleva será duramente probado, pero Dios, Su Amor, Su Providencia y tu confianza en Él serán tu refugio.

Rezadle a Él, rezadme a Mí ahora, para que seáis fuertes en la prueba, para que no sucumbáis al desánimo, para que no perdáis la fe cuando todo parezca derrumbarse.

Sois Mis hijos amados, y nuestro Amor mutuo superará cualquier obstáculo.

Amadme y Yo os amaré como el mejor de los padres ama al mejor de Sus hijos.

Os bendigo y os amo apasionadamente.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así sea.

Dios, Altísimo, Todopoderoso.

Origen: ➥ t.Me/NoticiasEProfeciasCatolicas

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