Mensajes de diversas orígenes

 

miércoles, 9 de julio de 2025

El cometa será la señal de mi advertencia, pero los hombres lo verán como una señal en el cielo y no como una señal del cielo. Vengo a Aplastar al Opresor y a Liberar a los Prisioneros

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Cristina en Francia el 4 de julio de 2025

 

[Hijos, vais a experimentar grandes trastornos, y no será fácil. Habrá grandes convulsiones en la Tierra; se desatarán todos los elementos. Será como una revuelta de la naturaleza, a la que habéis maltratado y seguís maltratando. El hombre, habiendo perdido la fe, no puede comprender que Mi Divinidad está también en la naturaleza.

El cometa será la señal de Mi Advertencia, pero los hombres sólo verán una señal en el cielo y no una señal del Cielo, una señal de Advertencia para prepararse a entrar en el Nuevo Amanecer. Habrá pocos primogénitos(1), pero verán la Luz y serán encendidos por la Nueva Aurora; la nueva Aurora es la nueva Aurora, con el signo de Mi Fuego brillando en vuestras frentes.

Hijos, vengo a buscar a los Míos y a separar a las ovejas del rebaño, para que entren en Mi Casa y no sean dispersadas por los infieles. Yo soy el Sol naciente, el Sol poniente, el Sol en el horizonte, que trae Luz radiante a Mis hijos.

Yo soy el que trae una voz a los oprimidos y a los sin voz para que se defiendan. Yo soy el Fuego que desciende del Cielo para encender a la humanidad con Mi Santa Luz y devolverla a la Fuente de vida que soy Yo. Vengo a reunir a Mi rebaño, a llevar a Mis ovejas a Mi derecha y a Mis corderos sobre Mis hombros, y a guiar a cada uno, uno por uno, a Mi Cielo de Gloria y Majestad. Vengo a devolver la vida a los oprimidos y a liberar a la Tierra de los malvados y los mentirosos. Vengo a aplastar al Opresor y a liberar a los prisioneros.

Hijos, Mi Cielo es un Fuego ardiente que lleva una llama dentro de cada uno de vosotros y salva los corazones resecos. Vengo a reavivar el río de Agua Viva de Mi Corazón y a llevar la antorcha del guerrero en vuestros pechos. Ya no seréis oprimidos, sino que venceréis, y la llama dentro de vosotros llevará el Sello de Mi amor. Vengo a buscar a los Míos y a combatir al Enemigo, Satanás, que huirá gritando, golpeado en el corazón por Mi Llama viva.

En Mi Casa estaréis vosotros que Me habéis seguido, que habéis probado Mi Enseñanza. Vosotros que Me buscáis y desesperáis, seréis saciados y en la Cena del Maestro cantaréis Aleluya. Hijos, Me regocijo en este Día de alegría en el que todos os reuniréis Conmigo, en presencia de toda la Corte celestial, de los ángeles y de los santos que esperan con fe y fervor la Victoria del Cordero y el regreso de los hijos al Reino de su Padre.

Os uno a todos en Mi Corazón y llevo sobre vosotros el Sello de Mi amor. Hijos, grabo en vosotros la marca de Mi Cielo de Gloria, grabo en vuestros corazones el signo de Mi Cruz victoriosa y pongo en vuestras frentes el beso de la paz. Venid, hijos, os estoy esperando y os unjo con Mi Palabra divina. Llevo en vosotros el Fuego y os marco con Mi Sello; y la Bestia no podrá acercarse a vosotros, y Conmigo viviréis, y Yo os enseñaré y os libraré de los falsos maestros de la Ley, de los falsos profetas, de las falsas doctrinas, de los falsos guías y de los falsos maestros.

¡Hijos, seguid Mis huellas y viviréis! Os he dejado Mis huellas para que Me sigáis y no os perdáis. Escuchad Mi voz en vuestro interior, que resuena y os llama. Vengo a reunir a los Míos y a conducirlos al Reino eterno, a Mi Casa, cerca del Padre y de los santos ángeles que custodian el Lugar Santo.

Yo soy el Viviente, hijos, y os tomo bajo Mi protección; bajo Mi Manto os protejo; en Mi Corazón os enseño Mi camino y os guío por el Camino de la vida, el único Camino de la vida donde os espera el Padre, Él, el Eterno y el Poderoso, el Rey de reyes, el Maestro, el Único que se hace Siervo.

¡Hijos, id al Padre, al Poder eterno que os espera a cada uno de vosotros en el Reino de la Gloria y de la Majestad, el Reino de la paz, el Reino del amor, el Reino de la vida! ¡Que Su Paz os inunde y os enseñe!

¡Venid y ved, venid y convertíos en seres vivos, que viven en el Viviente!

(1) Pocos de los primogénitos entrarán en el Reino.

Origen: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr

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