Lunes, 4 de octubre de 1993

Nuestra Señora vino vestida de gris. Me pidió que me uniera a Ella para dar gracias y alabanzas a Jesús, verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. Lo hicimos. Entonces Ella dijo, "Querida hijita, deseo guiarte por el camino de la santidad y aún más profundamente en el refugio de Mi Inmaculado Corazón. Por favor, trata de vivir conscientemente cada momento en el Amor Santo. Esta es la forma de unir tu voluntad humana con la Voluntad Divina. Todo lo que Mi Hijo hizo en la tierra fue motivado y realizado en el Amor Santo: Su Encarnación, Su vida oculta, Su predicación, Sus curaciones, incluso Su sufrimiento. Puedes lograr esto si vives en el momento presente. Cuando Satanás toma tu voluntad hacia el pasado, conjura rencores, lo cual siempre es contrario a la Voluntad de Dios y al Amor Santo. Pensar voluntariamente en el futuro permite a Satanás traer preocupaciones. Esto, entonces, no es confiar en la Voluntad de Dios. Ven a comprender, hijita, la Voluntad de Dios es el Amor Santo. La mejor manera de orar es pedirle a Jesús que tus oraciones nazcan del Amor Santo. Entonces Él enviará al Espíritu Santo para envolver tu corazón con este precioso don." Me bendijo y se fue.