Jueves, 9 de mayo de 1996

Nuestra Señora está aquí vestida de blanco. Tiene un rosario en Su mano derecha hecho de pequeñas flores blancas. Ella dice: "Hija mía, dile a Mis hijos esto -- Mi Mensaje hoy es el mismo que ha sido a lo largo de los siglos. Haz lo que Mi Hijo te diga que hagas. Mi Hijo te llama a elegir amar en el momento presente. Cuando amas a Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo, te estás poniendo la armadura de la santidad. Hoy, la batalla no es entre lo correcto y lo incorrecto según las conciencias individuales, sino entre el bien y el mal. La elección que haces en tu corazón de amar o no amar afecta cada equilibrio y contrapeso en la naturaleza, y de hecho, en todo el cosmos. No ves que pequeñas fallas en el amor en tus corazones son importantes. Pero para Dios, cada esfuerzo que haces hacia tu santidad personal acerca la tierra al Cielo. Cuando Mi Hijo regrese, el Cielo y la tierra se unirán. Por lo tanto, asegúrate de que Mi triunfo sea también tu triunfo." Se va.