miércoles, 11 de noviembre de 1998

Miércoles, 11 de noviembre de 1998

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Maureen le decía a la Santísima Madre que sentía mucho estar enferma y no poder ir a la capilla. La Santísima Madre vino y dijo: "Hija mía, el tiempo y el espacio no pueden separarnos. Solo cuando tú misma pones obstáculos en el camino es cuando estamos separados. Vengo hoy para que cada alma entienda esto. Deseo que cada uno viva cada momento inmerso en el Amor Santo y Divino, así, todo su ser y existencia dando alabanzas a Jesús, Mi Hijo. Así es como está el Cielo. Cuando vengo a ti y digo: 'Alabado sea Jesús', estoy expresando no solo Mi oración, sino la oración de cada santo en el Cielo y todos los coros de ángeles."

"Esto, entonces, es cómo debes vivir momento a momento en el Amor Santo. Llena tu corazón, por un acto de tu voluntad, con la Presencia Divina. Recuerda lo pequeño que eres ante el Dios Omnipotente. Deja que todas tus oraciones se formen y se eleven al Cielo a través del amor. Cuando das, no mires atrás. Cuando trabajas, dalo todo a Jesús en la Cruz. Cuando eres probado, confía en Mi gracia. Recuerda, Jesús también fue probado. En cada tentación, sabe que Mi gracia es el camino."

"Deja que todo tu ser permee el Amor Santo. No juzgues los motivos de los demás, pero trata con sus acciones como necesites."

"Siempre estoy contigo, Mi Bendición siempre sobre ti. Harás el favor de hacer esto conocido."