Sábado, 24 de julio de 1999

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Hermana, permíteme ofrecerte algunas reflexiones sobre la fe. La fe es como la roca, que es inamovible e inalterable mientras la tempestad la rodea. Es como el clavo que asegura el marco de una casa. El grado de fe en el corazón cuando se ofrece una oración es como el calor en un horno. Cuanto más cálido esté el horno, más rápida y completamente se horneará el pan. Cuanto mayor sea el grado de fe, más rápida y completamente se responderá a una oración."

"La fe es como el oro que rodea una gran joya, protegiéndola y revelando su esplendor al mundo. El oro es tu fe, y la joya tu salvación. La fe es el camino que te guía a lo largo del camino del amor con perseverancia."

"Sin fe, eres zarandeado como las ramas de un árbol en una tormenta de viento. Como la rama, tu corazón no puede asentarse o estar en paz."

"La fe es como el viento que sostiene una cometa en la brisa primaveral. Si la brisa se detiene, la cometa (tu alma) se hunde en el suelo."

"Pide a Mi Corazón por fe. Siempre pide una fe más profunda. La fe, como el amor, nunca puede darse en exceso."

"Mi paz esté contigo." Se va.