Jueves, 2 de noviembre de 2006

San Tomás de Aquino dice: "Alabado sea Jesús."

"He venido para ayudarte a entender que el Cielo es la Voluntad Divina de Dios para cada alma. Nadie permanece en el Cielo fuera de la Voluntad Divina. Dentro de los límites del tiempo –es decir, en este mundo– el alma es llamada a unirse a la Voluntad Divina con cada respiración. Esta unión a la Voluntad Divina a través del Amor Divino es la paz del alma. Por lo tanto, cualquier cosa –grande o pequeña– que conlleva falta de paz, se opone a la unión con la Voluntad Divina."

"Insto a cada uno, entonces, a tener un solo corazón, unidos en amor. Asegúrate de que lo que guerre contra esta unidad en el Amor Divino se opone a la Voluntad del Padre Eterno, pues la discordia nunca es de Dios sino siempre está enraizada en el mal. Con Dios, nada está bajo el manto de la oscuridad, pues Su Luz Divina llega a cada corazón como la Luz de la Verdad."

"Muchos pasan largos años en el Purgatorio por sembrar la discordia con su lengua. Respétense unos a otros y nunca digan, ni hagan, nada para destruir la reputación de otro. No presten atención a aquellos que los apoyan o no están de acuerdo con ustedes; solo busquen el premio de la unión con la Voluntad Divina."