Miércoles, 7 de diciembre de 2011

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado."

"He venido hoy para hablar sobre el egoísmo. El egoísmo se presenta en muchas formas y disfraces. Por supuesto, es la acumulación de bienes materiales; pero el egoísmo puede ser mucho más que eso. Puede tomar la forma de vanidad, celos y aferrarse a tu propia opinión cuando no está formada en el Amor Santo."

"El egoísmo, que es otro término para el amor propio desordenado, es el obstáculo que con mayor frecuencia bloquea el viaje del alma en el Amor Santo, pues es la causa de cada caída en desgracia. La Gracia es el vehículo que impulsa el alma a lo largo del camino de la perfección en el Amor Santo."

"El egoísmo puede manifestarse de pequeñas formas, así como de grandes. Digamos, no haces el esfuerzo de ser socialmente amable, ni siquiera con aquellos que no pueden corresponderte de ninguna manera. Quizás dudas en compartir aquello que aprecias. En este momento de vacilación reside un amor propio desordenado."

"El alma que, con un corazón sincero, intenta a cada paso superar el egoísmo, encontrará que Mi Providencia le espera."

"Reza por un corazón generoso."