Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
martes, 27 de junio de 1995
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Quería decirles un mensaje para mi hijo, el Papa Juan Pablo II:
Queridos hijos, recen por él. Ámenlo. Él es mi hijo amado y Yo, su Madre, lo protejo en cada momento con mi manto.
Que mi hijo amado no se desanime. Que siga adelante en su ardua misión. Que difunda entre los jóvenes mi paz y mi amor. Que lleve a los jóvenes un amor muy especial por mi Hijo, Jesucristo. Al Santo Padre le extiendo mi manto y mis manos están siempre sobre él. De mi Inmaculado Corazón derramo gracias y más gracias que lo protegerán de toda la oscuridad que lo rodeará cada vez más en estos tiempos decisivos de la batalla entre Yo y mi adversario.
Hijitos, les suplico: recen mucho por el Santo Padre. Él necesita su ayuda y sus oraciones. Dediquen la mitad de sus oraciones para él. Ayunen más por él, porque tendrá que llevar una pesada Cruz por amor a ustedes.
A todos mis hijos que rezan por el Papa les extiendo mis manos derramando copiosas gracias y bendiciones. Recen, hijitos, recen más. El mundo necesita aceptar el mensaje de conversión predicado hoy por el Primer Vicario Amado de mi Hijo Jesucristo, el Papa Juan Pablo II.
Todo lo que él dice viene directamente de Mí y de la boca de la Santísima Trinidad. Él es amado de una manera especial por las tres personas de la Santísima Trinidad: por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y Yo, su Inmaculada Madre, lo presento a Dios nuestro Señor, pidiendo por su misión apostólica que está trayendo gran gloria a Dios como nunca antes durante todos los pontificados que jamás han existido en el mundo y en la historia de la Iglesia.
Él es el hijo favorito de mi Inmaculado Corazón y el regalo que les doy para estos momentos decisivos de densa oscuridad, quien los iluminará e instruirá en la Verdadera Doctrina de la Iglesia Católica. Gracias por todo, hijitos. Gracias por todo. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
En la misma noche, la Santísima Virgen dijo:
Hijos, Satanás está suelto en el mundo trayendo la perdición a cada hijo del Señor. Ayúdenme. Oren, oren, oren. No dejen que sus corazones se vuelvan fríos e indiferentes a estos mis llamados.
Orígenes:
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