lunes, 18 de septiembre de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Señora del Santo Rosario y la Reina de la Paz. Oren, oren, oren. Oren mucho, especialmente el Santo Rosario.

Yo, su Madre, deseo ardientemente su conversión. Cambien sus vidas. Jesús desea ardientemente su regreso a Él. Conviértanse. El tiempo es muy corto. Oren más y ayúdenme con sus sacrificios y penitencia. Conviértanse, queridos hijitos. Los amo mucho y lloro por todos aquellos que están lejos de Mi Inmaculado Corazón. Conviértanse. Los bendigo y los protejo de todo mal. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!

Nuestra Señora nos dijo con tanto dolor en Su Corazón: Los amo y lloro por todos aquellos que están lejos de Mi Inmaculado Corazón. Lágrimas cayeron de Sus ojos y estaba muy triste. Qué doloroso es ver a Nuestra Santa Madre tan hermosa llorando y derramando lágrimas. Se me rompió el corazón al verla así. Quiero consolarla y ayudarla en la salvación de las almas. Sé que soy tan pecador y tan indigno de tantas gracias, pero cuánto quiero hacerla feliz a ella y a Su Hijo Jesús.

Oh Señor, que yo sea quien consuele el Corazón de Tu Amada Madre y Tu Corazón constantemente, a través del amor, la oración, la penitencia y la reparación. Que muchas, muchas almas regresen a Ti para que encuentren la Salvación Eterna que eres Tú. Amén!