lunes, 2 de septiembre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz.

Mis amados hijos, rezad cada día por la conversión de los pobres pecadores. Yo soy su Madre. Quiero deciros que Mi Inmaculado Corazón es vuestro y el de todos Mis hijos más pecadores, porque amo a todos sin distinción.

Mis pequeños, Mis amados ángeles, convertíos, convertíos sin demora. El amor de vuestra Madre es para todos vosotros. Quiero teneros aquí dentro de Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, Mi mensaje es un mensaje profundo de oración y conversión. Sed sinceros en vuestras acciones y en vuestro amor por vuestro Dios, porque Él os ama incondicionalmente y está dispuesto a ayudaros en todo, pero fácilmente olvidáis a Jesús en vuestras pruebas y os deslizáis de Sus manos caminando por el camino del pecado.

Mis pequeños hijos, deseo la conversión, la paz entre todos los hombres y entre todas las familias lo antes posible. Ya no es posible sostener el brazo de Mi Divino Hijo más tiempo. Ya es demasiado pesado. Mi Hijo ya está listo para poner fin al pecado y la ingratitud de los hombres pecadores, que solo Le ofenden con pecados.

Mis hijos, los grandes secretos revelados por Mí están a punto de suceder, en muchas partes del mundo. Es necesario que llevéis una vida más santa cada día. Seguid el camino de santidad ofrecido por el Señor para vuestra verdadera felicidad y santificación.

Yo soy la Madre de Jesús. Quiero exhortaros a vivir los Santos Sacramentos de la Iglesia de Mi Hijo Jesús Cristo. Si no respetáis y vivís los Santos Sacramentos apenas encontraréis la salvación ofrecida por Él. Id a la confesión. Id a la Santa Misa. Rezad y preparaos en la oración para el encuentro con el Señor, Mi Dios y vuestro Dios, el Salvador del mundo entero. Os dejo Mi Inmaculado Corazón para que améis a Mi Hijo Jesús Cristo. Como Yo Le amo. Rezad, rezad, rezad.

Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.