"¡La paz esté con vosotros!
Queridos hijos, como vuestra Madre vengo una vez más del cielo para bendeciros.
Deseo vuestra conversión lo antes posible. Mirad, Mi Hijo Jesús está volviendo a la tierra para juzgar a todos los hombres.
Pronto, tendrá lugar la gran purificación, y aquellos que no se preparen sufrirán mucho, pues el Señor revelará el estado de cada alma tal como lo ve Él.
Liberaos del pecado más pequeño, a través de la confesión. Aquellos que conocen Mis mensajes y no los viven, porque no quieren o por desobediencia, muchos serán acusados por el Señor en el día de la purificación.
Hijitos, obedecedme. Es por vuestro propio bien y por el bien de vuestros hermanos y hermanas. Vivid en amor, caridad, unidad, porque esto es lo que más deseo, y Jesús también lo desea.
Todavía os hablo, porque me lo permiten, pero el día está llegando en que Mis Mensajes Celestiales llegarán a su fin, y quiero que cada uno de vosotros los viváis todos profundamente.
No sirve de nada decir que Me amáis, si no amáis y tratáis bien a vuestros hermanos.
Jesús es amor, y cuando Jesús está con vosotros, vuestro amor se convierte en compartir, no en mezquindad. Así que amad, amad, amad.
Os bendigo a todos: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Amén Jesús."