viernes, 1 de mayo de 1998

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Itapiranga, AM, Brasil

En este día, por la noche, mucha gente se reunió frente a mi casa, en Itapiranga, para rezar el rosario. Muchos vinieron de Manaus y muchas localidades de Amazonas. Nuestra Señora apareció inesperadamente para bendecir al pueblo y dar su mensaje a sus hijos:

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, les doy la bienvenida a cada uno de ustedes en mis brazos y los presento a mi Hijo Jesús. Hay mucha gente, hay muchos de mis hijos que necesitan abrir sus corazones, necesitan creer más y tener más fe. Siempre recen el santo rosario y recibirán muchas gracias de mí y de mi Hijo Jesús. Bendigo la familia de cada uno aquí presente y les doy la bienvenida en mi Corazón todo lo que me ofrecen en su vida diaria. Entreguen sus debilidades a mi Hijo Jesús, porque él es su fuerza y solo él puede ayudarlos. Cuando confían en Dios, eso los hace muy felices, pero aquellos que desconfían de la protección y el amor de Dios entristecen su Corazón....

Nuestra Señora permaneció por un momento en silencio mirando a cada uno de sus hijos y luego continuó diciendo:

Sean muy pacientes, porque la paciencia conduce a cada uno de ustedes al cielo. Sean pacientes y no se quejen de sus cruces diarias, sino den gracias a Dios por todo, diciendo: gracias Dios, ayúdame a superarlos cada vez más.

Nuevamente la Virgen hizo otra pausa y luego continuó:

Mi Hijo Jesús llevó una pesada cruz y murió en ella para salvarlos del pecado. Y ustedes, mis hijos, también lleven su cruz con paciencia, porque de esta manera serán verdaderos apóstoles de mi Hijo Jesús. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!