Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
martes, 19 de marzo de 2019
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, la Virgen apareció acompañada de San José, que tenía al Niño Jesús en brazos. Estaban radiantes dentro de esa luz celestial, impartiéndonos fuerza, paz y amor. La Madre bendita nos dio el siguiente mensaje:
¡Paz mis queridos hijos, paz!
Hijos míos, yo, vuestra Madre, vengo del cielo acompañada de mi Hijo Jesús y de San José, para concederos las bendiciones y gracias del cielo.
No os apartéis del santo camino del Señor. No perdáis la esperanza y la fe. No te desanimes. El Señor está con vosotros. Nunca te abandona. Su amor por ti es eterno e interminable. Lucha por el reino de los cielos, a pesar de las pruebas que surjan en tu camino de conversión. Lleva siempre a tus hermanos la luz de Dios, a pesar de las dificultades que debas soportar. ¡Ánimo!
Da siempre testimonio de la verdad, pues al defender la verdad estás defendiendo a Dios mismo, Sus derechos y Su honor. Estos son los tiempos difíciles que os profeticé en el pasado. Los hombres ya no temen ni respetan a Dios, han perdido la luz de sus almas y corazones para seguir las ilusiones y engaños del mundo.
No te dejes vencer por las seducciones del diablo, porque todo lo que te presenta parece bello y espléndido, pero detrás de ello es agrio y amargo y trae la muerte eterna.
Combate los ataques del demonio con la Eucaristía, con la confesión, con el Rosario bien rezado y con el ayuno hecho con fe. Estoy aquí para daros un poco de mi fuerza y de mi luz. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Con mi Hijo Jesús y San José os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto seguido, San José nos dio su mensaje:
Mi amado hijo, Dios está contigo y nunca te abandona. Yo también estoy siempre contigo y con mi Manto Sagrado te cubro y protejo.
No temas a los que quieren dañarte y ver tu perdición. Teme sólo a quien puede dañar tu alma, si te dejas llevar por sus engaños y mentiras.
Estoy aquí para ser el Protector de tu vida, de tu cuerpo y de tu alma. Dios te ama y te quiere bien, y mi Corazón castísimo vela constantemente por tus pasos y tu salvación. Aquí, en este lugar, dejo mi bendición y la paz de la que está lleno mi Corazón. Extiendo mi Manto Sagrado sobre este lugar y rezo cada día por las intenciones y necesidades, de todos los que vienen aquí, a implorar mi ayuda e intercesión, ante el Corazón de mi Hijo Jesús.
Mi Esposa Inmaculada está siempre junto a cada uno de vosotros, para llevaros de la mano, por el camino que os conduce al cielo. No seáis desobedientes con Ella. Escuchad los mensajes que ella ya os ha comunicado y vividlos, porque estos mensajes vienen de Dios, el Señor del Cielo y de la Tierra.
Os acojo en mi Corazón y os concedo mi amor puro y santo. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy la Santísima Madre, oró junto con San José, pidiendo al Niño Jesús, que todos crezcamos cada vez más en la fe, en el amor y en la valentía, porque estamos necesitados de ello para testimoniar la presencia y la palabra de Dios a nuestros hermanos, sin retroceder en nuestro camino de conversión, porque muchos, por miedo o vergüenza, callan y permiten que el honor y las enseñanzas de Dios sean profanados y difundidos erróneamente a muchas almas sin hacer nada.
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