sábado, 17 de julio de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Hijos Míos, hoy he venido a traerles nuevamente Mi repetida Invitación a la conversión. ¡Conviértanse! ¡Conviértanse! (Aquí Ella llora.)

Deben convertirse y regresar al Señor. Deben cambiar el rumbo de sus vidas. ¡Satanás quiere destruir todo! Deben renunciar a Satanás y seguir el camino del AMOR!

Deben rezar el Santo Rosario con gran fervor durante estos días. ¡Rezen! ¡Rezen mucho el Rosario! Ayuno con pan y agua los miércoles y viernes. Renuncien a sus placeres, sus pasiones. Vengan a Mí, hijos Míos! Vengan al AMOR de su Madre! Quiero darles Mi AMOR.

Soy la Reina de la Paz! Vengan a Mí, la Paz del Cielo! Necesitan Paz, así que vengan a obtenerla de Mí; está en Mis Manos.

¡Conviértanse! Si no se convierten, vendrá el Gran Castigo, para corregirlos, y será terrible.

Deben mantenerse firmes en la oración y el ayuno. ¡Sacrifíquense por los pecadores del mundo! Sean humildes, sean serenos y llenos de fe. ¡Conviértanse de manera decisiva! ¡Conviértanse!

Los bendigo a todos en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Deben seguir rezando. Deben estar en paz. ¡Rezen el Rosario! ¡Rezen! ¡Rezen!"