domingo, 25 de julio de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos, el infierno existe, ¡es eterno! y hoy muchas almas corren el riesgo de la condenación eterna. ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!

Hoy la humanidad ha hecho un pacto con Satanás y se ha vendido a él. Estoy llorando mucho porque incontables almas se están condenando a sí mismas. ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Necesito hijos que me ayuden a salvar este mundo.

¡Rezad el Rosario! Mi Corazón está aplastado por una agonía mortal. Mi Hijo está a punto de descargar un terrible Castigo sobre la humanidad. Si no se convierten y empiezan a rezar, me veré obligada a dejar caer el Brazo de Mi Hijo. ¡Rezad! ¡Haced penitencia! ¡Ayuno!

Hoy, con mucho dolor y desesperación maternal, los bendigo a todos y les suplico: ¡Convertíos antes de que sea demasiado tarde!